Alicuni Sánchez.  Últimamente se están produciendo muchos ataques a signos religiosos e incluso a la Eucaristía por grupos o personas que se declaran ateos o no creyentes, y que pertenecen a partidos políticos como Podemos, o afines a ellos, pero que parece no tienen otra cosa más importante que hacer, ni grandes problemas que resolver, más que ofender a los cristianos de una forma u otra.

Pero, yo me pregunto: Si no creen, ¿por qué ese afán de atacar a algo ó a alguien que no existe?, ¿no es una contradicción?. No creen, pero parece que no piensan en otra cosa, por ello, a veces pienso que son los más creyentes. Es posible que algunas de esas personas hayan tenido malas experiencias con alguien perteneciente a la Iglesia e incluso a la Jerarquía, o se hayan topado con otras personas que diciéndose cristianos les hayan ofendido o hecho algún mal, pero, ¿es que entre ellos no hay desleales y falsos que dicen una cosa y hacen la contraria?

En todas partes hay personas así, y por ello no se debe juzgar a un movimiento o a una entidad. Se han quedado en mayo del 68 y como no pisan una Iglesia, ni leen escritos del Papa ni quieren enterarse de todas las obras sociales promovidas por la Iglesia, y de quien está atendiendo a los pobres, a los enfermos, drogadictos, etc., no hacen más que criticar y empeñarse en que desaparezca la religión de la sociedad. Si los esfuerzos que ponen en eso los dedicaran a preocuparse de todos los problemas que tienen aquellos a quien dicen defender, serían más felices y harían algo positivo en la vida.

Si Dios no existe es cosa tonta ese rencor y ese odio en contra de alguien que no existe, pero “y si, sí”; como dice un actual cómico, me parece que es de tener poco sentido común ofender a alguien que es todopoderoso, y que aunque es misericordioso también es justo y les pedirá cuentas por todo el mal que han hecho.