Redacción Madrid. 15 de mayo. Miles de personas están huyendo del valle de Swat, en el noroeste de Pakistán, aprovechando la suspensión temporal del estado de sitio declarado en el escenario de los intensos combates entre el ejército paquistaní y los talibanes. La mayoría de los civiles provienen de la ciudad de Mingora, donde están varadas miles de personas más y donde ha comenzado a escasear el gas, la electricidad y los alimentos. La carretera que va hacia Mingora está atestada de vehículos llenos de gente que huye de sus hogares.
El primer ministro paquistaní, Yousuf Raza Gilani, prometió retomar el control del valle de Swat que desde hace meses se encuentra bajo la influencia de los talibanes. La ONU calucla que los combates desarrollados en los últimos meses han provocado el desplazamiento de más de 800.000 personas. Muchas de ellas están viviendo en campamentos provisionales alrededor de la ciudad de Mardan.
El gobierno paquistaní ha desplegado unos 15.000 soldados en el valle de Swat y las zonas aledañas con el fin de combatir a los 5.000 miembros de la insurgencia Talibán que operan en la zona.
Los operativos militares incluyen el uso de fuego de artillería contra presuntos escondites del los talibanes en Swat y en el vecino distrito de Lower Dir. La operación dejó un saldo de 124 militantes y 9 soldados muertos en las 24 horas previas al levantamiento del toque de queda, según el Ejército.
Sin embargo, Muslim Khan, portavoz talibán, afirmó que su movimiento había acabado con la vida de 37 soldados desde el miércoles y que las víctimas dentro de sus filas ascendían a tres.
Ambas versiones resultan difíciles de confirmar dado que la red telefónica de Swat está fuera de servicio y los móviles tampoco funcionan debido a la falta de electricidad. En opinión de diversos analistas de Pakistán, los talibanes han comenzado a perder apoyo desde que salió a luz pública un video en marzo en el que se ve a un grupo de militantes azotando a una niña.
Los enfrentamientos en el valle de Swat se han incrementado en las últimos días. Esta semana, el ejército abrió un nuevo frente, con el envío por aire de tropas a Peochar, a unos 65 km. al noroeste de Mingora. El ejército dice haber logrado avances en la zona de Peochar, pero los militantes aseguran estar haciéndole frente a las tropas paquistaníes con éxito. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, advirtió que la situación de los desplazados puede avivar aún más el conflicto. "Si no se pueden resolver los problemas que se presentan por la enorme cantidad de desplazados... esta población puede convertirse en un factor de desestabilización", señaló Guterres después de visitar un campamento de desplazados.