"No os rindáis a la ley del más fuerte"
Redacción Madrid. 20 de marzo.
A su llegada a un país azotado recientemente por años de guerra civil, Benedicto XVI ha lanzado a los angoleños un fuerte llamamiento a su implicación en la paz y entendimiento de los pueblos: “¡No os rindáis a la ley del más fuerte!”; con la fe y la razón “no os será difícil reconocer en el prójimo a un hermano” “con los mismos derechos humanos fundamentales”, informa Cope.es.
Comienza así la segunda etapa de este viaje apostólico del Papa a África (17-23 de marzo). En el aeropuerto de Luanda ha recibido al Santo Padre el presidente de la República, José Eduardo dos Santos -acompañado de su esposa-, el arzobispo de Luanda y presidente del episcopado de Angola y São Tomé –monseñor Damião António Franklin-, el nuncio apostólico -monseñor Giovanni Angelo Becciu-, los obispos del país, autoridades políticas y civiles, además de un grupo de jóvenes y numerosas personas en la balconada de la terminal.
Motivo principal del viaje al país –explicó el Papa- es “encontrarme con una de las comunidades más antiguas del África sub-ecuatorial, para confirmarla en su fe en Jesús Resucitado, y unirme a las súplicas de sus hijos e hijas para que el tiempo de la paz, en la justicia y en la fraternidad, no conozca ocaso en Angola”.
Si bien el viaje apostólico de Benedicto XVI abraza idealmente todo el continente africano, ha alentado al pueblo de Angola en especial “a proseguir en el camino de la pacificación y de la reconstrucción del país y de las instituciones”, a “edificar una sociedad más libre, más pacífica y más solidaria”.
El Papa mostró su compresión con el sufrimiento angoleño compartiendo su propia experiencia de quien ha conocido “la guerra y la división entre hermanos que pertenecen a una misma nación a causa de ideologías devastadoras e inhumanas, que, bajo la falsa apariencia de sueños e ilusiones, imponían sobre los hombres el yugo de la presión”.
“Así que podréis entender lo sensible que soy al diálogo entre los hombres como medio para superar toda forma de conflicto y de tensión y para hacer de cada nación –y por lo tanto también de vuestra patria- una casa de paz y de fraternidad”, subrayó.
Y exhortó a los angoleños a salir al encuentro, unos de otros, “sin miedo, aceptando compartir las riquezas espirituales y materiales en beneficio de todos”. En concreto, indicó –y se solidarizó- con los damnificados de la provincia de Kunene, azotados por lluvias torrenciales que han sembrado a su paso muerte y destrucción.
Angola tiene un territorio rico y es una “nación fuerte”. “Utilizad estas prerrogativas para favorecer la paz y el entendimiento entre los pueblos, sobre una base de lealtad y de igualdad -exhortó- que promuevan para África el futuro pacífico y solidario que todos anhelan y al que todos tienen derecho”.
“Para tal fin os ruego –siguió el Papa-: ¡No os rindáis a la ley del más fuerte! Porque Dios ha concedido a los seres humanos que vuelen, por encima de sus tendencias naturales, con las alas de la razón y de la fe”; con ambas, “no os será difícil reconocer en el prójimo a un hermano, que ha nacido con los mismos derechos fundamentales”.
Como son los de “la multitud de angoñelos que viven por debajo del umbral de pobreza absoluta”. Por eso, el Santo Padre pidió: “¡No decepcionéis sus expectativas!”.
La tarea que afronta Angola es “enorme” y requiere la participación de “toda la sociedad civil”, pero “más fuerte y articulada, tanto entre las fuerzas que la componen como en el diálogo con el Gobierno”, apuntó.
Y es que “para dar vida a una sociedad verdaderamente solícita por el bien común, se necesitan valores compartidos por todos”, valores que, como propuso Benedicto XVI, la sociedad de Angola también puede encontrar hoy en el Evangelio de Jesucristo.
Al término de la ceremonia de bienvenida, el Papa se trasladó a la Nunciatura Apostólica en Luanda –a unos 5 kilómetros del aeropuerto- donde en estos momentos almuerza en privado.
Esta tarde, después de su visita de cortesía al presidente Dos Santos, Benedicto XIV mantendrá un encuentro –con las autoridades políticas, civiles y diplomáticas- en el que pronunciará un discurso dirigido al ámbito político angoleño e internacional.