José María Caparrós. El Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), que depende del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, ha destinado cerca de cuatro millones de ayudas a la producción de filmes españoles. Asimismo, el Consejo de Ministros aprobó la pasada semana un crédito de 30 millones para películas estrenadas en el 2013, en lugar de los 42 millones que reclaman los productores.
Tras la sorprendente dimisión este verano de la Directora del ICAA, la jurista Susana de la Sierra, se anunciaron estas subvenciones a los filmes autóctonos: 3,3 millones se otorgan a las películas de ficción; mientras 688.000 euros van destinados a los filmes documentales.
En total, una treintena de nuevos títulos se han visto beneficiados por estas ayudas gubernamentales, entre ellos Negociador, de Borja Cobeaga, No todo es vigilia, de Hermes Paracuello, Embarazados, de Juana Macías y Los héroes del mal, de Zoe Berriatua. Asimismo, entre los documentales subvencionados cabe destacar Caballos locos, de Benito Zambrano, Dentro, de Isabel de Ocampo, y Apuntes para una película de atracos, de Leon Siminiani.
Estas ayudas oficiales a los jóvenes directores españoles se han otorgado -según publica el BOE- “a proyectos con un especial valor cinematográfico, cultural y social, que, además, sean de carácter documental o experimental e incorporen nuevos realizadores”. El Fondo de Protección, que engloba todas las ayudas destinadas al cine, tiene una dotación de 33,7 millones de euros, un 13,8% menos que el año pasado.
Esperamos que tales subvenciones -que proceden del erario público- a los nuevos cineastas sirvan para realizar mejores películas y conecten más con el sufrido espectador español, cada día más ausente de las salas