Colectivo Alborán. Tras la persecución sufrida en la etapa final del Gobierno anterior, la reapertura del Valle de los Caídos ha sumido al mismo en el abandono informativo por parte de muchos medios y de la opinión pública. Esta postura está, en gran medida, sustentada por la falsa creencia de que ya no existe ningún peligro grave que le amenace y que, en las actuales circunstancias, “hay otras mil cosas en qué pensar”. Pero El Valle, como plasmación de la reconciliación entre los bandos enfrentados en la pasada guerra y como sublime muestra de la esencia cristiana de España, es una “pieza a batir” por parte de muchos, tanto dentro de nuestra patria como fuera. Lo cual, por otra parte, no es novedad en contexto de la “memoria histórica” impulsada por unos y consentida por otros. En este sentido, y sin olvidar aspectos positivos, como, por ejemplo, la restauración de La Piedad (contra el parecer de los que lo juzgaban imposible) es muy importante tener en cuenta tanto la ofensiva internacional como las señales internas: -Resolución del Consejo de Europa, de marzo de 2006, condenando el franquismo e instando al Gobierno Español a abrir una exposición permanente sobre la represión en el Valle. - Visita del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias (diciembre 2013), presidida por su director, Ariel Dulitzky, autodenominado auténtico gaucho judío, y sus arrogantes propuestas que afectan a los enterrados en El Valle. - Declaraciones de Peter de Greiff, el judío colombiano-estadounidense relator especial de Naciones Unidas, quien, en febrero pasado en España e invitado por el Gobierno, se permitió inmiscuirse en nuestra soberanía para recomendar “reinventar el Valle de los Caídos y reconducir la ley de Amnistía”. - La última Proposición no de Ley del PSOE con respecto al Valle (6 de marzo: resignificar y reconvertir la función del Valle). -Inhibición de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento del Escorial en solicitar la clasificación del Valle como Bien de Interés Cultural. -Reiterado intento del Ministerio del Interior de suprimir el puesto de la Guardia Civil del Valle, no obstante lo cual el titular, quien, además, ha promovido personalmente el aborto como senador y como miembro del Gobierno, es admitido en el cenobio de la Abadía. - Otras no menos trascendentes medidas, como la subida de la entrada, la no restauración de las esculturas de la Cruz y de las humedades de la Basílica, la no apertura del funicular y el restaurante, la no retransmisión por TV de las misas, etc. Pero, el aldabonazo más importante, y hasta ahora no difundido, es que, a finales del año pasado, un Teniente muy vinculado a la casa real mandó una propuesta al Ministro de Defensa para hacer un cementerio específico donde estén enterrados los personajes de nuestra historia: políticos, literatos, poetas, filósofos, médicos, científicos, historiadores, actores, deportistas, etc, y en el habría una zona para miembros de la Orden Militar de San Fernando. Esta aparentemente aséptica petición, aunque atípica (pues ni es el “conducto reglamentario” ni corresponde a Defensa decidir en ella), encierra, intencionadamente o no, una bomba de relojería de inmenso poder destructor, porque cualquier político avispado puede utilizar ese supuesto “Panteón de Hombres Ilustres” para desenterrar a Franco (y a José Antonio) y así “despolitizar” El Valle de los Caídos. Esta puede ser la más que probable reacción: "Excelente idea, enhorabuena". Pero, "inicialmente", mientras se planea y levanta el Mausoleo, los exhumamos y los enterramos "provisionalmente" en un cementerio normal (¿El Pardo?¿Alicante?). Por supuesto, sin honores ni alharacas, porque es provisional y ya se hará dignamente cuando se traslade(n) al Mausoleo. A continuación, si te he visto no me acuerdo. Ya se sabe eso de prometer hasta meter (en este caso sacar) y una vez conseguido (seamos finos) olvidar lo prometido. Mientras, el Valle seguirá deteriorándose por pasos sucesivos, meditados y concatenados, a la vez que transformándose en la línea de la “Comisión de Expertos”. Concuerda con lo anterior el que otros insignes Generales están muy enfadado con la inteligente iniciativa del “camposanto militar a la sombra del Valle de los Caídos”, que está en marcha (www.camposantomilitar.es; http://www.republica.com/2014/04/28/campo-santo-militar_795079/) para conseguir un digno lugar de enterramiento de nuestros soldados de todos los tiempos, a pesar de ser él, teóricamente, muy partidario de honrar a nuestros caídos y ser España prácticamente la única nación “occidental” que no lo tiene. Postura que solo puede entenderse si ese estado de ánimo encubre el malestar de que el propuesto “camposanto militar” haya torpedeado otra iniciativa suya que seguramente es la del anteriormente citado cortesano. Hay que tener en cuenta que estos todos los "obedientísimos" y monárquicos generales nunca se mueven en contra del viento. Todo ello puede muy probablemente suponer que el aun, hasta su definitiva abdicación, “jefe del Patrimonio” y por tanto del Valle (aunque haya querido desligarse de ello de mil maneras), a través de estos generales aúlicos, quiere no solo desvincularse del Valle (como prácticamente ya lo ha hecho), sino del que mandó enterrar dentro. Un último favor al régimen por el impulsado antes de abandonarlo, eso sí, con un retiro blindado y aforado. El resultado será que sacarán a Franco y José Antonio del Valle, continuando ese típico borboneo en el que los políticos ya son verdaderos maestros más que alumnos aventajados.