Ramiro Grau Morancho, Abogado, Académico Correspondiente Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Hace años el PSOE tenía su gafe oficial en nómina, don Luis Yáñez. Le llamaban “la mosca”, pues donde iba la cagaba. Tuvimos que enviarle a Europa, para sacárnoslo de encima, y así va Europa, la pobre…

Sus compañeros, y hasta sus adversarios, procuraban no fotografiarse a su lado, ni mucho menos tener relación con él, pues traía mala suerte. Era algo evidente, científicamente demostrado. Vamos, que era como si te mirara un tuerto…

Este marinero de secano se empeñó en botar una nao, bautizada Victoria en el rio Guadalquivir, como símbolo de la Expo del 92, y ni que decir tiene que rápidamente se hundió, para espanto de propios y extraños. Todo un presagio de lo que iba a ser el gran latrocinio de dicha expo, muy similar a lo sucedido en la Expo de 2008 en Zaragoza. ¡Se ve que los socialistos –no es un error- no son mancos a la hora de trincar el dinero público! (Creo que el Tribunal de Cuentas y la Cámara de Cuentas de Aragón estas esperando a que prescriban los posibles delitos…, para ponerse a investigar lo sucedido). Con su expulsión de la política nacional, por estas razones de fuerza mayor, el puesto de gafe del PSOE ha quedado vacante, pero tenemos que dar gracias a Dios, pues ya hay un firme candidato a cubrirlo: don José Luis Rodríguez Zapatero, el ínclito ex presidente del gobierno ¡y que presidente!, que dejó a España echa unos zorros, y la caja vacía.

El único –menos mal-, el innombrable, pues nadie se quiere acordar de sus paridas y ocurrencias, fruto sin duda de algún trastorno, no se si patológico o adquirido. En fin, la persona a quien nadie querría sentar a la mesa, pues su gestión produjo la vergüenza propia y ajena de la mayoría de los españoles. Pues bien, este siniestro personajillo fue invitado a vigilar las elecciones venezolanas por el dictador Maduro, un conductor de autobuses reciclado a presidente de una república. Y pasó lo que tenía que pasar: que Maduro perdió las elecciones.

Ahora ese chico guapo y soso, bastante analfabeto, llamado don Pedro Sánchez le lleva a los mítines, en lugar de encerrarle en Gobelas y tirar la llave… El resultado es previsible: el PSOE se va a quedar con la mitad de los diputados que en las elecciones de 2011, y es posible que incluso en tercer lugar, por detrás de Ciudadanos. ¿Pero a quien se le ocurre salir a pasear con un gafe como Zapatero…? Como decía una señora gallega: “yo no creo en las brujas, pero haberlas haylas”. Pues lo mismo sucede con los gafes.