Redacción Madrid. 28 de noviembre.

   El presidente del PP, Mariano Rajoy, anunció ayer en el pleno del Congreso que pedirá  "mañana mismo" una comisión de investigación "para ver quién es Lukoil y cuáles son sus antecedentes".

   El propio Rajoy confirmó su intención al término de la sesión parlamentaria y precisó que su objetivo es aclarar toda la posible operación de entrada de Lukoil en Repsol. "Espero que su grupo me apoye", le dijo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al que emplazó a tener "la valentía de de decirle al conjunto de los españoles" lo que piensa sobre la posible entrada de la petrolera rusa en el capital de Repsol.

   Rajoy hizo este anuncio en un turno extra que le concedió el presidente del Congreso, José Bono, al término del debate parlamentario sobre el nuevo plan de medidas económicas del Gobierno y, ante estas declaraciones, Zapatero le replicó que, aunque el PP quiera hacer un debate partidista, los intereses estratégicos españoles están a salvo. "No hay caso", concluyó antes de abandonar el hemiciclo. Rajoy, en cambio, insistió ante los periodistas en que "sí hay caso" y recalcó que mañana mismo hará efectiva su propuesta.

   El líder popular reprochó a Zapatero haber "obsequiado" a los españoles con un "bochornoso espectáculo" en relación a la posible entrada de Lukoil en Repsol para "arreglar los problemas de un constructor que debe 5.000 millones", en alusión a Luis de Rivero, presidente de Sacyr Vallehermoso. "Después de hablar de campeones nacionales, ahora nos obsequia con este bochornoso espectáculo", señaló Rajoy, quien acusó a Zapatero de "callar ante la burla para cientos de miles de pequeños accionistas" que supondría esta operación.

   "Me preocupa el asunto Lukoil porque ya tenemos los antecedentes de Endesa, propiedad ahora del Estado italiano" afirmó Rajoy, que se refirió también, sin citar a Sacyr, a su intento de entrar en el BBVA. Afirmó además que antes las empresas españolas compraban en el exterior, y que ahora es al contrario. Ante esto, Zapatero reiteró que este asunto es de "naturaleza empresarial", y acuso al PP de ser "incorregibles" en sus reparos a Rusia, antigua Unión Soviética, y lo consideró una cuestión "de ADN", aunque "ya ha caído el Muro".