Fidel García Martínez Catedrático Lengua Literatura, Doctor Filología Románica, Licenciado en Ciencias Eclesiásticas. El Santísimo Sacramento del Altar sigue siendo sacrílegamente profanado con el permiso del Ayuntamiento de Pamplona. San Francisco Javier el navarro más universal y San Fermín el Santo Patrono de la Provincia de Navarra, que tantos sacerdotes y misioneros ha dado a la Iglesia de Dios, interceden desde el cielo para que la ira del Altísimo no abrase a los responsables de un ayuntamiento que tolera el sacrilegio, la blasfemia y la profanación so pretexto y cobardía de la censura.

Aún está en el recuerdo de muchos la imagen del actual cardenal Fernando Sebastián, cuando era Arzobispo de Pamplona, recorriendo descalzo las estaciones del Vía Crucis como desagravio a una profanación. Santa Teresa escribe tratando de las profanaciones con las que los herejes tratan al Santísimo Sacramento escribe: “¡Oh Padre eterno mirad que no son de olvidar tantos azotes y tan gravísimos tormentos.

Pues, Creador mío. ¿cómo pueden sufrir una entrañas tan amorosas como las vuestras que lo que se hizo con tan ardiente amor de vuestro Hijo y por más contentaros a Vos ( que mandasteis nos amase) se ha tenido en tan poco como hoy día tienen esos herejes el Santísimo Sacramento que quitan sus posadas, deshaciendo las iglesias? (…) ¿Siempre que tornamos a pecar lo ha de pagar este amantísimo Cordero? ¡No lo permitáis Emperador mío! ¡Apláquese ya Vuestra Majestad! ( Camino de perfección, c.3)

Algo tendrá que decir la prestigiosa Universidad de Navarra condenando tanta desgraciada blasfemia y profanación. Un pecado de algunos no se puede denunciar, con actuaciones que son una actuación diabólica.