Luis Losada Pescador
Las garantías de que en los Ayuntamientos no se practique el caciquismo son los altos funcionarios municipales que no dependen del alcalde sino de una habilitación nacional. Eso garantiza su independencia. Hablamos de interventores, secretarios y tesoreros municipales.
Pues bien, el gobierno ha decidido traspasar a Cataluña y el País Vasco estas competencias. En Cataluña lo hizo en la comisión bilateral del pasado 24 de febrero y en el País como enmienda a la Ley Orgánica de Eficiencia de la Justicia aprobada a primeros de año.
Se trataba de una reivindicación histórica que contaba incluso con el rechazo del Tribunal Constitucional. Ha dado igual. Con el traspaso se desguaza la unidad de dichos cuerpos y se restan garantías en la gestión municipal.
Puede parecer un tema técnico, pero es muy relevante porque tanto en Cataluña como en el País Vasco el independentismo empezó a cocinarse en los Ayuntamientos. Ahora podrán endeudarse sin límite y sin criterio con fines ideológicos porque no habrá funcionario independiente que les frene.
Se suma a la cesión de las competencias migratorias a Cataluña con un perfil muy xenófobo. Se exigirá hablar catalán y se medirá a los extranjeros por su grado de catalanidad. Y ya no distinguen entre no catalanes de Murcia o de Senegal…
El desguace vergonzoso y vergonzante ocurre por el persistente chantaje nacionalista y la ausencia de escrúpulos del ‘cambiacolchones’ al que España no sólo parece no importar sino que parece mostrar incomodidad y hasta enemistad.
Sin embargo, algo parece despertar. Hace unos días, en Cantabria las primarias del PSOE las ganó la disidencia al sanchismo. Estos días en Valencia ha pasado lo mismo. Tras mucho tira y afloja Diana Morant ha terminado reconociendo el triunfo de Bielsa.
Y Page -el amortizado- afirma sentir “vergüenza” del pacto migratorio xenófobo con Junts y anima a Podemos a cumpla su promesa de rebelarse.
Quizás esté empezando la rebelión interna. Puede que por responsabilidad; tal vez por interés. Porque el lodazal de corrupción y la humillación permanente y sistemática les está dejando fuera de los gobiernos locales, autonómicos y nacional, según las encuestas. O Sánchez o PSOE. Esto es lo que muchos empiezan a vislumbrar.
El anzuelo del pescador
El coste de no deflactar la tarifa del IRPF -y por tanto subir el impuesto en términos reales- fue de 255€ por ciudadano. Gracias, Pedro
Javier de Paz -el hombre del PSOE en Telefónica- presidirá Movistar+ y pujará por una TV en abierto. Esa que rechazó Prisa en el último minuto. Sánchez necesita propaganda. Cueste lo que cueste. Paga Telefónica.
España se compromete a alcanzar un 2% de PIB en gasto militar antes del 2029. ¿No era gasto superfluo?, ¿cambió de opinión?
Rosa Nostra: Koldo enchufó a una tal Nicole en Emfesa; ¿chiringuitos infinitos? Y la familia de Begoña Gómez realquilaba el ático que alquilaba a Muface dividido por 14 habitaciones. ¡Será