Redacción Madrid. 2 de junio. Informes de la prensa surcoreana indican que el líder de Corea del Norte, Kim Jong-il, designó a su hijo menor, Kim Jong- un, como su sucesor tras años de especulación sobre el futuro liderazgo del país asiático.
Los reportes, que citan a la agencia de inteligencia de Corea del Sur, aseguran que el líder norcoreano solicitó a las misiones de su país en el exterior que sean leales a Kim Jong- un, quien se cree tiene unos 26 años.
"Se ha confirmado a través de varios canales que Corea del Norte envió correos electrónicos a sus misiones extranjeras, pidiendo prometer ser leales a Kim Jong-un", publicó el diario surcoreano Dong-A Ilbo, publicación que cita a una "fuente informada".
El envío de los mensajes fue revelado durante una reunión secreta sostenida entre la agencia de espionaje surcoreana y legisladores, a quienes se les informó de la situación.
La agencia se niega a ofrecer detalles de lo que se dijo durante el encuentro, pero al menos uno de los legisladores confirmó los datos.
Los rumores sobre la sucesión se intensificaron después de que se informó que Kim Jong-il había sufrido un derrame cerebral en agosto pasado.
Kim Jong-un es el menor de tres hermanos y es el fruto del tercer matrimonio del líder norcoreano con Ko Young-hee, quien falleció en 2004. El hijo menor del gobernante norcoreano fue educado en Suiza y desde hace tiempo lo han señalado como el más capaz de los tres hermanos.
Esta no es la primera vez que surge la especulación de que a Kim Jong-un se le está preparando para suceder a su padre. Hubo informaciones de que había sido designado como sucesor el pasado mes de enero. En abril, la agencia de noticias surcoreana afirmó que el hijo del gobernante había ingresado a la poderosa Comisión Nacional de Defensa del Norte.
Pero en una sociedad que valora la edad avanzada de las personas, la juventud del hijo menor de Kim Jong-il podría resultar problemática.
En los últimos días se ha especulado que el líder norcoreano ordenó las recientes pruebas nucleares y el lanzamiento de misiles para crear una crisis y aumentar la percepción de una amenaza desde el mundo exterior, como una forma de solidificar su poder y así hacerle el camino más fácil a su sucesor.