Tayikistán, un país olvidado en el Asia Central
José Luis Orella. Tayikistán es una de las repúblicas del Asia central más desconocidas, procedente de la desmembración de la antigua URSS. El nombre de tayico viene del persa y significa árabe, era el apelativo que se dio a los invasores musulmanes en el siglo VIII. Después el término ayudó a calificar a los musulmanes sedentarios, que de manera mayoritaria hablaban el parsi, mientras los nómadas lo hacían en alguna variedad de lengua turca.
Los tayicos a finales de siglo XVIII quedaron englobados en el emirato de Bujara y a finales del siglo siguiente formaron parte del imperio ruso, aunque la zona de Pamir, donde habitan los tayicos montañeses quedó en la parte de Afganistán y de la India británica de entonces. Bajo el comunismo la zona persófona de Jujand y Samarcanda, el habitat de los tayicos, pasó a ser una república autónoma de Uzbekistán hasta 1929. A partir de este año las autoridades stalinistas decidieron crear una nueva república soviética para los tayicos tomando como base la autónoma que se segregó de la república uzbeka. Como la ciudad histórica de Samarcanda quedó bajo la férula de Uzbekistán, la nueva Tayikistán tuvo que crear de la nada una ciudad en el poblado de Dushambe que se llamó Stalinabad, aunque a partir de 1991 recuperó su primitivo nombre tayico. Después de la muerte del dictador georgiano, Tayikistán entró en los planes de colonización y explotación agraria de Nikita Kruschev y la república se trasformó a favor de la producción algodonera.
En 1991 con la caída del comunismo y la disolución de la URSS el presidente Rajmán Nabiyev proclamó la independencia de la república. Sin embargo, su cercanía al Afganistán de los muhaidines planteó el problema de contagio islamista a la joven república. En el sur del país se acrecentó la actividad guerrillera islamista que tomó la capital Dushambe y las autoridades excomunistas tuvieron que contar con ayuda militar rusa para retomar el poder en 1992. La guerra civil tayiko causó 50.000 muertos. Desde entonces, el gobierno tayico guarda una estrecha alianza militar con Rusia para impermeabilizar su frontera del Afganistán fundamentalista y del tráfico de opio. La aportación militar rusa se compone de una división motorizada y varias unidades de guardias de fronteras, en total una fuerza de unos 18.000 hombres.
Esta guarnición es la base de la estabilidad de la república, mantiene a las partidas fundamentalistas y de narcotraficantes fuera del país, ayudando a mantener a la república dentro del ámbito geoestratégico ruso. Desde 1994, Emomali Rahmon, antiguo colaborador de Nabiyev, y artífice de la reconquista del país a los islamistas, es el presidente de la república hasta el día de hoy. A pesar de la guerra civil, el régimen negoció una tregua y tras una negociación, acordó la actividad política de la oposición islámica, aglutinada en el partido del renacimiento islámico. Los gubernamentales están organizados en el partido democrático popular. Sin embargo, a pesar de todo el país todavía no pertenece a la Unión Euroasiática, aunque si forma parte del resto de asociaciones transfronterizas que lideran Rusia y China. Durante la guerra civil afgana, contra el dominio talibán. La oposición antitalibán afgana formada principalmente por hombres de las tribus minoritarias, estuvieron lideradas por Massud "el león de Panshir", líder político-militar de los tayicos montañeses de Afganistán.
Los tayicos exsoviéticos pronto tomaron contacto con él y le ayudaron en lo que pudieron. Cuando Vladimir Putín, presidente de Rusia decidió ayudar militarmente a la Alianza del Norte del desaparecido Massud (asesinado por miembros de Al Quaeda el 9 de septiembre de 2001). Los tayicos acrecentaron su alianza con Rusia, incluso los fundamentalistas islámicos tayicos, que se manifestaron contrarios a los talibán. Recordemos que los tayicos fundamentalistas eran favorables a los opositores antitalibán y aliados de Irán por su cercanía cultural, ambos son persófonos. Por tanto, Tayikistán se encuentra en una difícil situación económica por su pobreza, sus exportaciones se reducen al algodón y al aluminio, por lo que depende de la ayuda militar rusa para mantener en el poder a la antigua oligarquía comunista y por su cultura persa se ve más cercana al Irán chiita que a la Turquía laica proamericana.
El país no cabe duda es un amigo estrecho de Rusia en el Asia central, por su dependencia militar y económica. Aunque la guerra civil propició la vuelta de 200.000 colonos rusos a Rusia. La república asiática quiere evitar que los rusos, que son la élite cultural del país, se marchen para evitar el posible colapso de su economía por la desaparición de sus cuadros especializados. En cuanto a la religión, el Islam reúne al 97 % de la población. La minoría cristiana se encuentra formada por ortodoxos (rusos y ucranianos), y católicos (alemanes del Volga, polacos y lituanos). En cuanto a los católicos, son en la actualidad unos 300. Desde el año 2002 el Estado mantiene relaciones diplomáticas con la Santa Sede. El nuncio apostólico reside en Kazajstán.
Eclesiásticamente Tayikistán es una “misión sui iuris”, es decir, un territorio de misión que no depende de un Vicariato o Prefectura apostólica. Está regida por un superior, el padre Carlos Ávila, un sacerdote argentino miembro del Instituto del Verbo Encarnado, a quien el 29 de septiembre de 1997 el papa Juan Pablo II le encargó la misión de establecer la Iglesia Católica en esta región. Con él colaboran sacerdotes y religiosas de la Familia del Verbo Encarnado.