Redacción Madrid. 25 de marzo. Los expertos consideran que los próximos años van a ser "muy difíciles" para el sector inmobiliario en Europa, porque la financiación se ha esfumado, el valor de los activos se ha desplomado y el capital inversor está a la espera de la estabilización de los precios. Esta es una de las principales conclusiones que ofrece la sexta edición del informe Tendencias del Mercado Inmobiliario en Europa 2009, realizado por Urban Land Institute y PricewaterhouseCoopers (PwC).
El estudio señala que la recuperación del sector inmobiliario será "lenta, retardada por la cautela de los inversores y por la falta de deuda en el sistema", y constata una "gran incertidumbre" sobre el momento en el que cambiará la tendencia contractiva actual del mercado, un giro que puede producirse a finales de este año. No obstante, detalla que "ésta es una crisis de crédito, no de capital", por lo que muchos inversores esperan encontrar oportunidades en el sector, dando prioridad a la seguridad de los mercados más grandes, con expectativas de mayor liquidez a medio plazo, sobre todo, Alemania, "el mejor lugar para refugiarse en la tormenta actual".
Los expertos señalan que "hay suficiente capital reservado" para invertirlo en el sector, cuando llegue el momento, a través de los fondos inmobiliarios, oportunistas, vehículos privados, compañías aseguradoras y los fondos de pensiones, pero reiteran que esa inyección de capital no se producirá hasta que se culmine la corrección de los precios que espera el mercado. Como referencia, en el Reino Unido los precios están ya un 31% por debajo del techo de 2007, y se prevé una caída del 24% en 2009.
Para Guillermo Massó, socio del Grupo Construcción e Inmobiliario de PricewaterhouseCoopers, "el sector ha asumido ya que tiene que atravesar un periodo no corto de recesión y hacer sacrificios.
Veremos en no mucho tiempo una recuperación paulatina de la actividad de inversión en cuanto se culmine la corrección de precios y los valores se estabilicen. Sin embargo, las operaciones serán mucho más difíciles de cerrar en un entorno de financiación extremadamente selectiva, se centrarán en los fundamentales de los activos y de las economías de los mercados locales".
A lo largo de 2009 "empezará a producirse una huida hacia la calidad. En los próximos tres años, aumentará la aversión al riesgo y cada vez tendrán más peso los activos de alta calidad, los arrendamientos largos, las buenas ubicaciones, el bajo endeudamiento y los mercados más estables". En cuanto al capital humano, los empresarios del sector constatan la pérdida de experiencia, conocimientos y talento. Creen que habrá despidos masivos y muestran su preocupación por cómo mantener motivada a una generación de profesionales jóvenes que sólo ha conocido un entorno fácil de trabajo.
El ranking del mercado inmobiliario de las grandes ciudades europeas refleja el descenso de Barcelona y Madrid, que caen hasta la 25ª y 26ª posición de la lista, respectivamente, frente al vigésimo y decimonoveno puesto alcanzado el año pasado, y sólo por delante de Dublín. Madrid y Barcelona siguen perdiendo atractivo frente a ciudades como Munich, Hamburgo, Zúrich y Londres, y frente a nuevos mercados como Estambul y Moscú.
En el caso de Madrid y Barcelona, las opiniones de los expertos son muy negativas. El informe destaca que "España es uno de los mercados con más problemas y también el más endeudado". Además, señala que "el desplome de los precios de la vivienda y de la construcción, con la desaceleración del turismo, harán mella en ambas ciudades y en el resto de España".