Redacción Madrid. 16 de mayo. El ejército de Sri Lanka asegura que se ha apoderado de la última sección de la franja costera en poder de los Tigres Tamil en el noreste del país. Los rebeldes están acorralados por los soldados en un pequeño enclave donde miles de civiles están atrapados. Según el brigadier Udaya Nanayakkara, los Tigres Tamil ya no tienen acceso al mar -por primera vez desde hace 25 años- y agrega que el resto de la zona en poder de los rebeldes será liberada.
Más de 70.000 personas han muerto desde 1983, cuando los rebeldes iniciaron su lucha. Ahora, hay temores de que los rebeldes puedan lanzar ataques suicidas contra el ejército.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha expresado su "gran preocupación" por el "empeoramiento de la crisis humanitaria" en la región. Durante la última semana, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó al ejército a poner fin a los bombardeos de zonas civiles y pidió a los rebeldes deponer las armas.
Pero el gobierno de Colombo rechazó la propuesta, asegurando que que un alto a la ofensiva le daría a los rebeldes tiempo para recuperarse. Mientras tanto, se espera la llegada a la capital de Sri Lanka de Vijay Nambiar, jefe de personal del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, en un segundo intento para presionar por un final negociado a la guerra.
La ayuda humanitaria asegura que un creciente número de niños traumatizados y desnutridos ha sido separado de sus familias que huyeron de la zona de guerra y llevados a campos controlados por el gobierno. Más de 200.000 civiles están viviendo en estos campamentos.
El fundador de los Tigres Tamiles, Vellupillai Prabhakaran, comenzó la lucha por un estado independiente de Sri Lanka en los años 70, convirtiéndose en una violenta guerra civil en 1983. Brig Nanayakkara aseguró que la inteligencia del ejército de Sri Lanka cree que Prabhakaran y otros altos dirigentes permanecen en el resto de territorio rebelde.