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Diario YA


 

emotiva carta

Una alumna de la universidad cuya capilla fue profanada, escribe al atacante

Querida persona,

Esto va dirigido a ti, responsable de estas pintadas en la UAM.

En mi Universidad. En nuestra Universidad. No puedes imaginarte el dolor que siento cuando veo estas fotos. Y más, cuando en el artículo de El País, leo que el capellán ha intentado que no se enteraran los medios para no convertirlo en una noticia sensacionalista.

Qué diferencia de actitudes, eh.

Porque cualquiera de nosotros, habría llamado a la prensa antes incluso que a la policía. Para que el mundo se enterara de este delito tan injusto. Habríamos hecho lo inimaginable para encontrarte y devolverte todo ese odio.

Pero el capellán no ha sido así. Él ha optado por otro camino. Un camino que espero que algún día conozcas y comprendas. Me imagino perfectamente cómo esta mañana, al ver lo sucedido, habrá ido corriendo al Sagrario, pues para él lo más importante habrá sido comprobar que a su Señor, para él presente en la Eucaristía, no le haya pasado nada.

Luego habrá mirado a su alrededor. Seguro que con lágrimas en los ojos, de rabia, de impotencia, pensando qué hacer. Y entonces... ... entonces, me apuesto lo que quieras, a que ha rezado por ti.

Se habrá puesto de rodillas, y de todo corazón, habrá pedido por ti. Porque para él, antes que un vándalo que ha destrozado su capilla, antes que ese odio esparcido en forma de pintadas; antes de todo eso, eres una persona. Una persona que merece ser amada.

Creo, querida persona, que te equivocas de enemigo. Yo, igual que el capellán, elijo no odiarte. Tu lucha no está aquí.

Espero que algún día encuentres el Camino, en busca de esa Verdad que te dará la Vida.

Fdo.: Teresa Reinoso.

Etiquetas:persecución religiosaRita Maestre