Lluis Esquena Romaguera. En el último Consejo de Ministros, el Gobierno de España tomó la decisión de incluir en el Registro Civil a todos los nacidos fruto de maternidad subrogada. Los vientres de alquiler no son legales en España, pero la decisión del Ejecutivo permite que parejas españolas acudan con toda normalidad a mujeres de otros países para contratarlas como incubadoras humanas.
Las cifras de este negocio son espeluznantes. Un pack completo en México asciende a unos 60.000 euros. El precio aumenta si se trata de una mujer de los suburbios estadounidenses o del Este de Europa. Está claro que la maternidad subrogada se ha convertido en un negocio de ricos en el que mujeres necesitadas o pobres se convierten en objetos de compra-venta.