Vuelve el Frente Popular
Rafael Nieto, director de Sencillamente Radio, en RADIO INTER. España combatió ferozmente al comunismo internacional en los años que siguieron al fin de la Guerra Civil. De hecho, se ganó el respeto de las principales democracias del planeta precisamente por esa razón. Fuimos autores de una Cruzada necesaria contra la ideología más liberticida y antihumana de todas las que ha inventado el hombre. Había una cultura anticomunista, o lo que es lo mismo, una cultura de la verdad.
Pero llegó la Transición, y este sistema que padecemos, que evidentemente no es una democracia, construyó nuestro futuro sobre mentiras de consenso. Por ejemplo, se equiparó comunismo a libertad. Se estableció por ley que el régimen autoritario anterior había sido la mayor desgracia posible. Se falseó de manera obscena nuestra Historia para dejar en blanco el folio de nuestro destino, y sobre él se hicieron garabatos de rencor y ansia de manipulación. Se pusieron, en definitiva, los cimientos de la España de hoy.
Y hoy, este país le ha dado el poder, en los ayuntamientos y las comunidades, al Frente Popular. El que perpetró las mayores aberraciones durante la Segunda República, ahora con un look más moderno, pero esencialmente idéntico. Las nuevas generaciones, ignorantes de nuestra Historia, carentes de principios y valores en un porcentaje muy alto, instaladas en el hedonismo, el materialismo y el ateísmo funcional, han metido en las urnas un billete de ida hacia el caos y la miseria. Para eso ha servido esta falsa democracia que padecemos.
Y, por supuesto, los grandes culpables de esto son el PP y el PSOE. El PSOE, por razones obvias: porque le convenía para intentar mandar. Porque desde la moderación que representan los partidos socialdemócratas europeos jamás iba a tener el control absoluto de la sociedad. Necesitaba compañeros de viaje más avezados en la demolición de estados sanos. Y los ha encontrado como resultado de sus leyes educativas y su permanente estrategia de lavado de cerebros inocentes.
Y el PP, porque ha cumplido perfectamente con su papel de tonto útil del sistema. Un partido que no tiene ideología desde que se fundó, o como mucho desde que Fraga dejó de liderarlo, que no tiene grandes convicciones morales, que siempre se ha presentado simplemente como un partido de gestión, y que ha permitido, con agrado y delectación, la gran operación de ingeniería social orquestada por la izquierda. Dejando, como siempre ha hecho la derecha, el futuro de la Patria en las manos de sus peores enemigos.
La excusa para este esperable vuelco han sido las consecuencias de la crisis económica, pésimamente gestionada por los partidos de centro derecha europeos. Aplicando recortes salvajes a las clases medias trabajadoras mientras mantenían elefantiásicos aparatos de poder en las instituciones. Haciendo leyes laborales injustas que instauran, de facto, el despido libre. Empujando a los jóvenes al exilio o al gueto. Permitiendo la llegada descontrolada de inmigrantes que, en un altísimo porcentaje, no vienen ni a trabajar ni a integrarse. Convirtiendo, en suma, este país en un lugar donde cada vez es más difícil vivir en paz.
Y no, no hemos sido los periodistas ni los medios de comunicación críticos con el poder los culpables. Han sido ellos, PP y PSOE, unos por acción y otros mayormente por omisión, los que nos han conducido hasta aquí. Porque han aprovechado el chiringuito institucional para propiciar una corrupción chabacana en la que cientos de altos cargos se han enriquecido quitando el dinero a la gente más humilde. Porque, en ese camino indecente, se han despojado voluntariamente de todo aquello que necesitaban para hacer políticas para el Bien Común: la religión católica, la ley natural y la moral objetiva. Y ahora estamos así.
Imagino que la estrategia de Rajoy y Arriola de cara a las generales consiste en no hacer nada. En volver a apelar al mal menor y al voto útil, única idiotez que les parece lo bastante ingeniosa como para repetirla sin descanso. Me pregunto cómo se sentirán los votantes que el pasado 24 de mayo apostaron por el voto útil: les ha servido, básicamente, para que su partido se plantee ahora pactar con el PSOE, o incluso con Podemos si fuera necesario, para poder seguir viviendo del momio de lo público. Pero como siempre les digo: cada uno vota lo que quiere y el voto es secreto.
Rafael Nieto,
director de Sencillamente Radio, en RADIO INTER