Javier Garcia Isac / Una Hora en Libertad. Por desgracia, son muchas las veces en las que he tenido que tratar con analfabetos funcionales; tontos en letras capitulares; imbéciles de tal calado y fuste que asombrarían a la propia imbecilidad. Por suerte, nunca he tratado con el amago de actor, con el vomito entre los vómitos, el guarro entre los guarros…en definitiva, nunca he tenido que tratar con Wily Toledo.

Creo muy sinceramente, que este individuo supera todo lo inimaginable. Si nos viéramos obligados a construir un monumento a la gilipollez humana, éste sin duda seria la imagen de Wily Toledo. Se denomina así mismo actor, aunque no creo que absolutamente nadie conozca una sola película en la que “el amago” haya intervenido. Ni sus compañeros de profesión (siempre tan dados a la solidaridad y al corporativismo con esta clase de sujetos), le ofrecen un mísero papel en alguna de esas películas que nadie ve, pero que pagamos entre todos. No sé si consume porros o farlopa (a la sensación de que si), e incluso pareciera que ese consumo excesivo, en caso de haberse producido, le hubiera comido las neuronas, si es que alguna vez las tuvo.

Es complicado que en un solo individuo, concurran tantos elementos, tantos hechos que hayan conseguido que un “tio” como este, adquiera tanta popularidad. Nos amenazó con auto exiliarse a Cuba, el paraíso de las democracias, y su auto exilio ha durado poco. Seguramente la falta de papel higiénico y una buena alimentación, junto con las pocas contemplaciones de las autoridades de la isla tienen para con tipos de este calibre, precipitaron su regreso. Desde su vuelta no se le conoce oficio ni beneficio, pero no nos liemos: antes de su marcha, tampoco. Nos transmite una imagen de suciedad, de guarro, muy difícil de explicar. Es lo más parecido a un cerdo pero en humano.

Los ambientes que frecuenta van muy a juego con su personalidad. Kale Borroka, pro etarra, chusma de distinto pelaje y condición…la flor y nata de la anti España. Su fácil verborrea hace de él un cerdo humano digno de estudio. No se había conocido hasta la fecha un espécimen semejante. Su facilidad para defecar, hace las delicias de los estreñidos de este país, que por desgracia, son mayoría. Lástima que solo defeque por la boca (de ahí el sobrenombre de “el vómito”). Sus continuas salidas de tono y sus insultos a los españoles, la Hispanidad y nuestras creencias religiosas, debemos reconocer que gracias a estos mierdas, nos sentimos vivos, nos sentimos que no todo está perdido, que corre sangre por nuestras venas al sentirnos ofendidos con sus comentarios. Cada pueblo tiene su tonto y este es nuestro tonto particular, nuestro cretino de referencia.

Lo que nunca debería olvidar “el bueno” de Wily Toledo, es que, llegará un día en que haremos cola para defecarle encima, todo de forma muy escatológica, como a él le gusta. También estoy seguro, de que, algo no hizo bien España y, ese es el motivo de tener entre nosotros tanto gilipollas de salón, a tanto enano mental con pretensiones de intelectual venido a menos. El pueblo Español presume de paciencia y, posiblemente, tenga demasiada, pero son individuos como éste, el que consiguen que la perdamos. Y por favor, que nadie caiga en el juego de lo políticamente correcto, que nadie me pida que rectifique. No tengo voluntad de dejar ningún insulto sin respuesta. ¡¡El tiempo de los silencios ya pasó!!.