El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se refirió hoy por primera vez a la situación económica como "crisis", en dos ocasiones durante una entrevista en Antena 3 recogida por Europa Press. "En esta crisis, como ustedes quieren que diga, hay gente que no va a pasar ninguna dificultad", terminó por decir ante la insistencia de los entrevistadores.

   No obstante, Zapatero hizo hincapié en que más que los términos a él le preocupan las medidas que está tomando el Gobierno en particular a los sectores más vulnerables, con la subida de las pensiones y el salario mínimo, así como las ayudas al alquiler de vivienda y a las familias.

   "Vamos a seguir subiendo el salario mínimo por encima de la evolución de los precios", aseguró, y recalcó que las distintas medidas ya anunciadas por el Gobierno supondrán movilizar 60.000 millones de euros en 2008-2010.

   "Yo no me niego a hablar de ninguna palabra, mi obligación como presidente del Gobierno es saber lo que pasa y cuáles son los problemas", afirmó el jefe del ejecutivo que, en otro momento, al final de la entrevista volvió a decir que "ahora hay un ciclo bajo, ajuste duro, crisis".

   Aunque el presidente pronunció esta palabra, los entrevistadores le regalaron al final de la entrevista un disco en vinilo de Supertramp --su grupo favorito-- "Crisis, what crisis?" y Zapatero celebró que estas cosas "serias" puedan hablarse también "de manera desenfadada"

   REPROCHE AL PP

   Así, Zapatero aprovechó para reprochar al PP que le acuse de hablar de otros asuntos -laicidad, aborto, eutanasia-- y no de los problemas de la economía. "Pero si estoy todo el día hablando de economía", afirmó.

   Además, incidió en que su obligación es lanzar un mensaje de tranquilidad a quienes estén pensando en invertir en España. "Tengo que decirles este es un país fuerte porque lo es y va a tener una gran recuperación", señaló, subrayando en el primer semestre de 2008 la inversión extranjera directa ascendió a 16.000 millones de euros, el doble que en el mismo periodo de 2007, y que eso indica que los inversores extranjeros sí confían en España.

   Así, Zapatero insistió en que "no se ha creado un puesto de trabajo con pesimismo y fatalismo" y en que él ha demostrado tener "sensibilidad plena con los que tienen dificultades" con las medidas adoptadas ya en la anterior legislatura.