¿Cómo hablar de los libros que no se han leído?
Pablo Velasco. 21 de diciembre.
Oscar Wilde dijo “Jamás leo los libros de debo criticar, para no sufrir su influencia”.
Este ensayo de original o por lo menos llamativo título, parte de una tesis fundamental: la vida irremediablemente nos lleva a situaciones en las que tenemos que pronunciarnos sobre libros que no hemos leído. A ello se le suma la imposibilidad de leer todo lo escrito y producido por el hombre.
Su autor, Pierre Bayard, profesor de Literatura Francesa en
No es un ensayo cínico, ni caricaturesco. Sí que es ameno y muy divertido, pero no por ello redunda a la baja en su calidad.
Bayard analiza varias formas de no leer. Afirma que es mejor tener una visión de conjunto de la historia literaria, así como la nada desdeñable actividad de hojear los libros, u oír hablar a otras personas de libros.
Lo que leemos, la mayoría de las veces no lo recordamos con memoria fotográfica, sino que nuestros recuerdos de esas obras están influenciados por nuestra propia biografía, nuestros principios y otras lecturas. Luego, la vida nos enfrenta multitud de situaciones en las que tenemos que pronunciarnos sobre libros que no hemos leído, por diversas circunstancias: como por ejemplo impresionar a la persona amada, encontrarnos con el autor, o por mera relevancia social.
El autor hace un recorrido por algunos escritores y novelas donde se establecen esas situaciones y cómo se resuelven. Para terminar apostando que, ante la imposibilidad abarcar toda la producción humana, es preciso poder relacionar bien autores y estilos, a escuchar, a intercambiar opiniones, que es lo que se denomina ser una persona cultivada. Pero sobre todo Bayard reivindica que hablar sobre libros que no se han leído es una auténtica actividad creativa, invita a ser creadores, a volvernos sensibles a las artes de la invención.
Pablo Velasco Quintana