Pio Moa. El desinterés de la mayoría sobre la cuestión de Gibraltar nace de una profunda ignorancia sobre su alcance real, que expusimos en el anterior artículo. Y no es casual, pues esa ignorancia y desinterés han sido fomentados por la llamada casta política y sus numerosos medios de masas, a todos los cuales el asunto les trae sin cuidado. Y es así porque les preocupan problemas más perentorios para ellos, bien manifiestos en su corrupción y falta de conciencia acerca de los intereses profundos y a largo plazo de España, en suma, en su hispanofobia profunda.
Esta semana más combate que nunca con un púgil menos. Se ponen los guantes esta semana Telmo Aldaz y César Sinde y no se dan mas porque no había mas tiempo....Como siempre puños de hierro Javier García Isac y Guantes de Acero Santiago Velo de Antelo machacan por igual una cosa que la otra. Un combate brutal esta semana. Apto para todos los públicos, eso si... Que lo disfruten
Eduardo de Prado Alvarez. Dijo que ahora solía afirmar que era de ‘derechas’ en unas cosas, de ‘izquierdas’ en otras y siempre social-cristiano, lamentado que no hubiera en España un partido o coalición de ellos, muy social y reivindicativo – tanto y más que lo pudieran ser otros hoy existentes, viejos o nuevos - pero desde la acción y el pensamiento social-cristiano y de justicia social para toda España y Europa UE.
Pio Moa. Cuando se plantea la cuestión de Gibraltar, muchos contestan: “Con la que está cayendo, ¿vamos a ocuparnos de un asunto tan secundario? Los ingleses llevan allí 300 años, ¿qué más dará unos cuantos más?”. El argumento es tan absurdo como si dijéramos: “Con la que está cayendo, ¿por qué preocuparnos de las relaciones con Hispanoamérica o la UE, o de cuestiones culturales, o de la crisis de Oriente Próximo, o de la historia reciente? Es obvio que Gibraltar no es el centro de los problemas de España, pero es parte de ellos, y no insignificante. Su importancia radica en los siguientes puntos, que iremos desarrollando:
Miguel Massanet Bosch. No es eso, señores del PP, lo que nos prometieron para que los votáramos ni, tampoco, lo que nos han estado diciendo, hace apenas un mes, cuando nos explicaban que la época de recortes y de sacrificios estaba tocando su fin.
Max Silva Abbott. En una sociedad acostumbrada a resaltar los éxitos y los triunfos y adicta al aplauso, resulta casi contradictorio que en los últimos años se hayan multiplicado las revistas científicas que sólo publican aquellos experimentos en que se ha fracasado. Esto choca con la verdadera fiebre por la fama que se ha apoderado de diversos sectores del rubro, quienes incluso han llegado a falsear resultados para obtenerla, y luego de los vítores iniciales, han caído en un desprestigio mayúsculo al conocerse el fraude.
Javier Garcia Isac. Un Gobierno inoperante ante el anuncio anticipado de la comisión de un delito; una oposición empeñada en sentarse a negociar sin saber muy bien que negociar; unos fiscales, auténticos impresentables, que se lavan las manos y que prefieren no tomar medidas ante lo que parece ser uno de los mayores ridículos de la historia reciente de España.
Colectivo Alborán. Con ocasión a la manifiesta y múltiple traición ocurrida con ocasión del “9-N”, viene a nuestra memoria que 127 militares han caído en guerra subversiva, lo que mayoritaria e intencionadamente se ha llamado simplemente terrorismo, mientras que los Guardias Civiles caídos han sido 227, y el número de los heridos, muchos de ellos graves y con mutilaciones e incapacidades permanentes, no está determinado públicamente.
Manuel Parra Celaya. Cuentan que la Inquisición mandaba quemar en efigie a los réprobos huidos o ya fallecidos, trasladando así la condena a la hoguera más allá del espacio y del tiempo; no sé si es verdad, porque aquellos románticos del siglo XIX falsearon la historia como les vino en gana y les pedía el cuerpo…
Esta semana se ponen los guantes Humberto Pérez-Tomé Román Pedro Fernandez Barbadillo y Rafael López-Diéguez, sometido al tercer grado por Javier García Isac y Santigo Velo de Antelo y el resto de púgiles. Un combate para no perderselo.