Luis Losada Pescador. Su sanchidad logró aprobar los presupuestos con los apoyos de ERC y Bildu. Son los mismos que le niegan el apoyo a la reforma laboral porque se consideran traicionados: el gobierno no derogó la reforma Bañez como había prometido. Yolanda Díaz se comprometió a examinar “con cariño” las propuestas de ERC y Bildu. Pero desde el PSOE no quieren dar la imagen de cesión a los nacionalistas en plenas elecciones castellano leonesas. Además, desde la CEOE se advierte que si se cambia una coma en su acuerdo, ellos dan marcha atrás. Y si la patronal se descuelga la imagen de la reforma por consenso se viene abajo. Y eso no sólo supone un deterioro reputacional interno sino también externo: corremos el riesgo de que Bruselas cierre el grifo de las ayudas.Y el reloj corre. Porque el decreto de reforma debería de convalidarse antes del 31 de enero, salvo que los letrados retuerzan el derecho y ‘compren’ tiempo en una negociación que -en realidad- sólo pretende convertir los círculos en cuadrados.
László Trócsányi. Ex Ministro de Justicia, Fidesz MEP. La visión cristiana de la relación entre libertad y responsabilidad señala el camino entre los extremos del individualismo y el colectivismo, reconociendo tanto la protección de la autonomía individual como la dimensión comunitaria de su relación. El individuo y la comunidad, en constante lucha, son también socios por necesidad. Según la acertada redacción del difunto obispo de la Iglesia Reformada, László Ravasz, la comunidad no puede funcionar sin espíritu individual, como un rebaño nunca se convertirá en una nación, pero al mismo tiempo, el individuo sin ningún sentido de comunidad lleva a anarquía. Una parte preciosa de nuestra herencia cristiana es el principio de subsidiariedad, que busca realizar las dimensiones comunitarias del individuo proporcionando la mayor libertad posible.
Miguel Massanet Bosch. En ocasiones sentimos la ineludible necesidad de preguntarnos cómo, una nación de tanta raigambre cultural y experiencia política como es España, puede estar soportando que, una serie de advenedizos de las izquierdas internacionales, sean capaces de tener secuestrados a tantos ciudadanos españoles, cuando su apoyo en las urnas ha estado tan dividido, tan falto de unidad, tan disperso en cuanto a sus objetivos políticos y tan alejado de lo que, es evidente, constituiría el camino para engrandecer el país, mejorar su imagen internacional y trabajar para su engrandecimiento económico, cuando hemos tenido todas las oportunidades de poder hacerlo.
Fidel Garcia Martínez. En la audiencia que el pasado día 10 el Papa concedió al Cuerpo Diplomático destacado ante la Santa Sede, ha analizado las consecuencias sanitarias, económicas y sociales de la pandemia que no cesa. Es vital insistir en la cura necesaria para afrontar el grave problema. Dio una visión rigurosa y realista de las luces y las sombras de nuestro tiempo. El nuevo año se presenta desafiante: el coronavirus sigue produciendo aislamiento social y cosechando víctimas. Requiere un noble esfuerzo por parte de todos. Es importante que se continúe con el esfuerzo de la vacunación para inmunizar al mayor número de personas. Pero para el Papa la vacunación no es la medida mágica, sino que representa junto con los tratamientos que se están desarrollando, la solución más razonable para la prevención de la enfermedad.
Luis Losada Pescador. Todavía colea la última ‘garzonada’. Al ministro no le bastó con demonizar las chuches y hacer una ‘huelga de juguetes’ por no respetar adecuadamente la diversidad y la inclusión... Tuvo que acudir a la prensa británica para atacar a la industria cárnica española a la que acusa de exportar carne de mala calidad. Hay ministerios inútiles y ministros extraordinariamente peligrosos. Gente parada, malos pensamientos. Garzón quizás no sepa que el 2,4% del PIB español es precisamente la industria cárnica. Quizás no sepa que se trata de un sector atomizado en pymes e intensivo en mano de obra precisamente en la España despoblada, donde más necesario es fijar población.
Ignacio Buqueras y Bach. El 2022 debe ser el año de la Sociedad Civil. Debemos terminar, cuanto antes mejor, con la inseguridad política, económica, social, sanitaria, … que estamos viviendo/sufriendo muy especialmente estos dos últimos años. La sociedad civil debe dar un firme paso al frente. Para ello, es imprescindible y urgente, que superando personalismos, egoísmos, envidias, … aúne una vez por todas: voluntades y esfuerzos. Para ello debe existir un objetivo claro, viable, motivador, y potente. Considero, que muchos millones de españoles coincidirán conmigo que éste actualmente no puede ser otro que el cambio de Gobierno. Hoy, mejor que mañana. Italia, puede sernos un excelente referente. La “solución Draghi” podría ser un ejemplo para España. Nuestra Constitución y nuestra legalidad lo posibilitan.
MANUEL PARRA CELAYA. Unos lo califican de provocación; otros aplauden, por disciplina de partido, una iniciativa, que desconcierta a diestra y siniestra; en este último sector, hay quienes, por rutina casi ancestral y por vocación antirreligiosa desde la cuna, crujen los dientes al entenderlo como concesión a un neoclericalismo progre, aunque pretenda dirigir los dardos en contra del clericalismo más tradicional. La cuestión es que parece seguro que la señora Celáa, exministra de Educación, debeladora de la Concertada, enemiga de la segregación por sexos en las aulas y partidaria ferviente de que los hijos pertenezcan al Estado y no a los padres, va a ser la nueva embajadora de España en el Vaticano.
MANUEL PARRA CELAYA. El Sr. González-Cambray, a la sazón Conseller d´Educació de la Generalidad de Cataluña, dictamina tajantemente en una entrevista que “no hay conflicto con el catalán en la escuela catalana y no ha existido nunca”, y reparte sus acusaciones tremendistas contra la familia del niño de Canet de Mar que se atrevió a reclamar el 25% de clases en castellano, la prensa (no subvencionada, claro) y los tribunales. Un nuevo agravio, pues, servido en bandeja para que el nacionalismo separatista practique su deporte favorito, el victimismo, y que ha tenido su expresión pública en una manifestación que, esta vez, no derivó en tumulto ni en quema de contenedores. Allí estaban todos, los antiguos rivales en el parlament, los partidarios de la unilateralidad y los más cucos, los que siguen sangrando al gobierno de Sánchez a cambio de su apoyo; los puigdemonistas y los posibilistas… Y, también, vaya usted a saber por qué, UGT, CC.OO. y diversos sindicatos de la cuerda.
Miguel Massanet Bosch. Que el año 2021 ha sido un año gafe no creo que haya nadie que se atreva a desmentirlo. Empezamos mal, pero estamos terminando peor, sin que nos quede el recurso, manido y conformista, de aquellos que juegan a la lotería navideña y como sucede a este cronista, no han sacado ni el reintegro, de hacer aquel comentario conformista: “al menos tenemos salud”.
Miguel Massanet Bosch. El tema es de una sencillez diáfana. Una nación perfectamente estructurada, dotada de las instituciones adecuadas para un funcionamiento democrático, que se proporcionó una Constitución, apoyada mayoritariamente por los españoles; un país libre que está en su perfecto derecho a defender su unidad, sus normas, sus costumbres, su Estado de derecho y su estructura política basada en una monarquía parlamentaria que ha venido funcionando aceptablemente, fruto de una transición pactada por todas las fuerzas políticas que se propusieron olvidar un pasado de enfrentamientos, disensiones, asesinatos y guerras, en pro de una reconciliación nacional que ha durado muchos años y que ha proporcionado a la ciudadanía una época de paz y prosperidad como hacía mucho tiempo que no se conocía.