Hermenéutica, analogía y disenso
Alberto Buela. La hermenéutica la inaugura, cuando no, Aristóteles con su tratado Peri Hermeneias sobre la interpretación, ciencia que como tal se desarrolló hasta Schleiermacher (1768-1834) quien en su trabajo Discursos sobre hermenéutica, cuyo objeto de aplicación fue el discurso o la obra de un autor, y cuya finalidad fue la comprensión. Y así pasó de la mera interpretación de los hechos a la comprensión de la obra “para entender el discurso tan bien como el autor y después mejor que él”. Cada intérprete tiene que introducirse en la dimensión social e individual del autor para comprenderlo.
El orden criollo
Alberto Buela. Lo primero que plantea tan arduo tema es responder a la pregunta ¿desde dónde vamos a hablar del orden criollo?. Y respondemos, desde la tradición nacional argentina e hispanoamericana.
a) Y esta tradición tiene un origen fáctico, de hecho, en los setenta y dos yeguarizos que trae Pedro de Mendoza a Buenos Aires en 1536, donde los pocos que quedaron, algunos murieron y otros se los comieron durante esa terrible hambruna porteña de cinco años que duró la aventura mendozina. Ordenada la despoblación de la primer Buenos Aires por Irala y desobedeciendo sus órdenes de degüello fueron largados a campo y se reprodujeron libremente durante cuarenta años, llegando a la cifra estimada de setecientos mil. De modo tal que la base fáctica, el hecho bruto y concreto del orden criollo es la cultura del caballo y todo aquello que la rodea.
De la polis a las tribus (mi experiencia política)
Alberto Buela (*) En el último de los diálogos platónicos, Epínomis o Apéndice a las leyes, Platón ya viejo y abufachado de dar consejos durante medio siglo sobre política sin que nadie agarre trote, redacta este brevísimo diálogo para afirmar en forma breve, clara y precisa cuales son las diferencias entre los bárbaros y los griegos: Los griegos tenemos leyes y las bábaros déspotas. Nosotros tenemos polis y ellos tienen tribus. Y es cierto, los griegos nacieron como tribus y se transformaron en polis. El caso moderno inverso es el de Argentina que nació como polis y hoy terminó en tribus.
El soberano es la comunidad y no el Estado
Alberto Buela. Hay que intentar llamar a las cosas por su nombre para poder entender de qué se habla. Y así cuando pretendemos hablar sobre el Estado tenemos que desbrozar una serie de conceptos colindantes como comunidad, sociedad, gobierno, nación, pueblo para poder entender de lo que estamos hablando. Hagámoslo una vez más.
Cataluña, de Benoist y Bandieri
Alberto Buela (*) En esta vocación de escribir regularmente sobre los acontecimientos que se suceden casi a diario siempre se corre el riesgo de abrir la boca antes de tiempo. Y esto es lo que les sucedió a mis dos amigos Luis María Bandieri y a Alain de Benoist. A propósito de lo que ocurre en Cataluña, Luis María escribió un artículo estupendo, como todo lo suyo, sobre la relación entre legalidad y legitimidad. Y Alain realizó un reportaje sobre el mismo tema, y siguiendo a Carl Schmitt, realizó la misma distinción.
Los partidos políticos a 122 años
Alberto Buela. En la tranquilidad de en este tiempo que me toca vivir encontré en la biblioteca un viejo libro del autor bielorruso Moisés Ostrogorsky (1854-1921) sobre La democracia y los partidos políticos de 1902.
Lo primero que llama al atención es la actualidad de sus planteos y la similitud de su discurso y el de nuestro presente,122 años después. De lo poco que se sabe de su vida sabemos que estudió derecho en San Petesburgo; trabajó en el ministerio de justicia del Zar; viajó luego a perfeccionarse en París, Inglaterra y Estados Unidos, donde salió publicado el libro por primer vez; fue elegido para integrar la primera Duma luego de la Revolución de 1905 y abandona la vida pública cuando ésta es disuelta. Sobre las convulsiones políticas de la Rusia posterior nada se sabe sobre él. Murió en San Petesburgo, que ya se llamaba Leningrado.
Metapolítica e histórica
Alberto Buela. Cada vez que se nos ha dado la ocasión de hablar sobre la metapolítica sostuvimos que se trata de una interdisciplina donde convergen otras como la literatura, la economía, la filosofía, la teología, la historia, la política que intenta explicar las grandes categorías que condicionan la acción política de los actuales gobernantes. Más allá que existan al menos tres corrientes interpretativas: la de aquellos que pretenden hacer metapolítica sin política, la de aquellos que la limitan a la recuperación de la política pública y la de aquellos otros que la interpretan como una metafísica de la política, todos coinciden en el método: ir a las cosas mismas y describirlas lo más ajustadamente posible. El método es pues el fenomenológico, en sus dos aspectos: eidético o de descripción esencial y hermenéutico o interpretativo.
Ganó Lula ¿y qué?
Alberto Buela (*) Ganó Lula y ya salió todo el mundo a hablar maravillas de lo que será su próximo gobierno. Es natural que así sea, pues ante cada nuevo gobierno se abrigan esperanzas de cambio y mejoras, por aquello que “escoba nueva siempre barre bien”. Pero no es lógico si nos atenemos a algunos datos mayúsculos. Granó por menos del 1% de los votos, lo que indica que Brasil está políticamente partido en dos, lo que se le hará muy difícil gobernar a su gusto porque además tiene el Congreso en contra. Es cierto que Lula tiene mayor sensibilidad social que Bolsonaro. Aquél es progresista y éste conservador. Y esta es una falsa disyuntiva política hoy en día, tanto dentro de las naciones-Estado como en el orden internacional.
La vulgaridad en política
Alberto Buela desde Buenos Aires. Murió Maradona y el gobierno argentino de Alberto Fernández se apresuró a velarlo en la Casa Rosada, cuando lo habitual en casos de personajes públicos importantes es velarlos en el Congreso de la Nación, para que todos los que piensan distinto se sientan cómodos en la casa común de la democracia. Es que la Casa de Gobierno cambia de color según el presidente que la habita, mientras que el edificio del Congreso es siempre multicolor. El premio Nobel de medicina Federico Leloir fue velado en su casa y Mercedes Sosa en el Congreso. En cambio Kirchner fue velado en la Casa Rosada porque su esposa Cristina era la presidente en ese momento.
De un filósofo criollo a M. Hollande
Alberto Buela. M. Hollande, quien esto le escribe es un doctor en filosofía por la Sorbona de París IV, de modo que lejos está cualquier tipo de resentimiento o rechazo por Francia y lo que ella representa. Ud. llegó ayer a la Argentina no a dar sino a pedir. A pedir beneficios para las empresas francesas en nuestro país, cuando la Total francesa hacer medio siglo que extrae petróleo frente a la Isla de los Estados, y su control depende de ella misma y no de nosotros. Y a pedir que aceptemos más refugiados arabo-musulmanes en nuestro país. M. Hollande, Argentina no necesita ninguna sugerencia,