Cataluña no es Escocia, ni Argelia, ni Mauritania, ni Senegal: Cataluña es España
Javier García Isac. No deja de sorprenderme como algunos indocumentados pretenden comparar a Cataluña con zonas con las que nada tiene que ver y, con procesos políticos dispares al que nos ocupa y preocupa.
Hace relativamente poco, un individuo me comentaba que España debería irse de Cataluña, igual que Francia se fue de Argelia. Flaco favor hacen a la causa si pretenden comparar a Cataluña con Algerlia, aunque por otro lado, para estos separadores todo vale con tal de perjudicar a España, incluso “fabricar” catalanes de pura cepa aunque ni cultural ni socialmente tengan nada que ver con Cataluña. Es igual la religión, el país de origen o la lengua que hablen excepto si es el español, que en ese caso, se tendría que someter al sujeto a un duro examen o incluso ser internado por un breve periodo de tiempo en un campo de reeducación. Lo único que cuenta es que el futuro nuevo catalán se envuelva en la estelada y abrace la nueva historia como propia, sobre todo, si a cambio te dan peles con los que poder moverte libremente por Europa y una mezquita en la que rezar y conspirar.
Resulta paradójico como aquellos que se sienten distintos a los demás, aquellos que se sienten especiales, animan a inmigrantes a unirse a su causa a pesar de que estos en su vida habían oído hablar del derecho diferenciador catalán. De seguir así, corren el riesgo de desvirtuarse.
No me veo a los meapilas de Convergencia, ni a la Señora Ferrusola, dejar su iglesia de toda la vida por acudir a la mezquita.
Aunque he de reconocer que mi capacidad de sorpresa está casi agotada, siempre queda hueco para algo más. Lástima de España, país milenario, país con historia propia, país único y diverso, país con una riqueza cultural difícil de igualar, país con distintos idiomas y lenguas, pero país de envidiosos, de enanos, de traidores, de corruptos…¡qué gran nación si tuviera entre sus dirigentes a otro tipo de sujetos!. Claro que, no se puede aspirar a todo.
Seria “la leche” tener una gran nación y además unos buenos políticos.
Esa difícil ecuación parece que en España no se da en la actualidad. Ahora resulta que el Partido Popular dejándose arrastrar por esta corriente de políticos de medio pelo, por esta corriente de políticos medrosos, retira el proyecto de Ley del aborto. Otra promesa más incumplida. El motivo parece ser que no les da votos. Que argumento más pueril. O el PP está equivocado o lo están sus votantes.
¿Qué es lo que da votos?, ¿soltar violadores y criminales?, ¿apoyar el asesinato de los no nacidos?, ¿subir impuestos?, ¿ser tibio ante la amenaza secesionista?, ¿ponerse de perfil frente a problemas que afectan a nuestra identidad?, ¿Bárcenas?.
No sé si el aborto dará o no votos, lo único que se, es que quita vidas de inocentes. No todo vale para gobernar. Es preferible tener la conciencia tranquila.
Sería bueno que el votante conozca cuales de los diputados del PP están a favor del aborto y si repetirán como candidatos. Solo así, nadie podrá llevarse a engaño.
Nos hablan de regeneración democrática cuando la regeneración debería empezar por los partidos políticos.