Dar un voto de confianza al nuevo presidente Trump
Enric Barrull Casals Los católicos, en Estados Unidos, son hoy no solo la denominación cristiana con más fieles, sino quizá la comunidad que más se parece sociológicamente al conjunto del país. Están divididos casi a la mitad entre republicanos y demócratas, y los hay de todas las razas y clases sociales. Eso potencia la labor de reconciliación que los obispos quieren llevar a cabo en un momento en que la sociedad estadounidense está profundamente dividida.
Estoy de acuerdo con que lo primero es dar un voto de confianza al nuevo presidente, sin que ello signifique renunciar a la firmeza cuando estén en juego derechos fundamentales. Si con la Administración Obama hubo choques cuando el gobierno pretendió obligar a las instituciones religiosas a contratar seguros que incluyan fármacos abortivos y anticonceptivos, a su sucesor los obispos le han dejado claro que vigilarán el trato a las personas inmigrantes. El tiempo dirá.
Para la Iglesia es momento, como pide san Pablo, de rezar por los gobernantes, sin dejar nunca de animar a los cristianos al compromiso activo en la vida pública.