José Luis Orella
En las próximas elecciones italianas la formación derechista italiana viene arropada por un 24 % de los votos, según las encuestas, que sería determinante en que la coalición derechista junto a la Lega de Salvini y Forza Italia de Berlusconi volviesen a controlar el ejecutivo italiano. Los Fratelli d´Italia han cruzado el desierto y están a punto de llegar a la tierra prometida del poder. Su líder, Giorgia Meloni, es una joven, pero veterana política. Una vida que se inició a los 15 años en las filas juveniles del MSI. La formación de derecha social con sectores de la izquierda nacional, que tomó el electorado neofacista durante la Guerra fría y los duros años de plomo que convirtió a sus militantes en objetivo del terrorismo de las Brigadas Rojas. Cuando el “pentapartito”, como se denominaba a la Democracia Cristiana y a sus aliados del PSI, PSDI, PRI y PLI cayó por el enjuiciamiento de centenares de políticos vinculados con ellos. Las excepciones fueron el MSI y el PCI, ambos marginados del poder. El PCI se transformó en el Partido Democrático de la Izquierda PDS y el MSI en Alianza Nacional. En las elecciones generales de marzo de 1994, acudió coaligado a Forza Italia, grupo liberal conservador hecho a imagen de su líder, Silvio Berlusconi, y a otros grupos formando el Polo de la Libertad. Giorgia Meloni se convertirá en ministra de la Juventud en uno d ellos ejecutivos berlusconianos.

El experimento de Alianza Nacional
La nueva AN obtuvo un salto espectacular al 13´5% y 109 diputados. Pero, la entrada en el poder causó estupor en las cancillerías europeas. Desde 1945, ningún fascista había logrado entrar en un gobierno democrático. Alianza Nacional profundizó en su conservadurismo y el 13 de mayo de 2001 entraron con mayor fuerza en el gobierno. En el último congreso de AN en Bolonia, de abril de 2002, se presentó como la derecha del gobierno, con un mensaje de orden, firmeza y aliado a los republicanos norteamericanos, el Likud israelí, y el neogaullismo francés. El 27 de marzo de 2009 AN y FI se unieron en una formación reconocida por el PPE como su referente en Italia. Sin embargo, la absorción y el personalismo de Berlusconi causó la salida masiva de los antiguos miembros de AN.

La hora de los Fratelli d´Italia
El 21 de diciembre de 2012, Ignazio La Russa, Guido Crosetto y Giorgia Meloni fundaron Fratelli d´Italia, tomando como nombre la primer estrofa del himno italiano. Al año siguiente, en su primera prueba electoral Fratelli d´Italia entraba en el parlamento con 9 diputados, gracias al apoyo de 665.830 italianos, un magro 1,96%. La necesidad de restaurar el campo de la derecha social se hizo urgente. La fundación administradora de los bienes de la antigua AN dio el permiso del uso político de su nombre por un año a los Fratelli d´Italia, que pasaron a denominarse Fratelli d´Italia- Alleanza Nazionale.
Fratelli d´Italia-Alleanza Nazionale fue sumando a veteranos militantes de la diáspora misina, como  Gianni Alemanno, uno de los líderes de Destra Sociale, quien fue alcalde de Roma, y que había fundado junto a su mujer, Isabella Rauti, Prima l´Italia. En las elecciones europeas de 2014, los Fratelli d´Italia- Alleanza Nazionale consiguieron 1.006.513 votos, un 3,6 %, una votación que mejoraba resultados anteriores pero insuficiente para logra representación al no rebasar el 4% que marcaba la ley. Sin embargo, Giorgia Meloni, en el 2014 abandonó el Partido Popular Europeo y se adhirió al grupo de los conservadores y reformistas junto a los tories británicos y polacos del PiS. No obstante, la pequeña Meloni también inició su amistad con Marine Le Pen, del grupo europeo Identidad y Democraica, con quien coincide en la defensa de una economía social, al contrario de su amigo Salvini, líder de la Lega, de visión más liberal en lo económico.

En el 2018, agrupaciones culturales y antiguas personalidades cómo Daniela Santanché, Francesco Storace y Roberta Angelilli se integraron en la formación, haciendo de los Fratelli d´Italia la casa común de los antiguos misinos. En las elecciones europeas de 2019 obtuvieron el 6,46%, eligiendo 6 eurodiputados. Giorgia Meloni ha ido recuperando el patrimonio electoral del MSI, de AN, y se proyecta como una evolución que duplicará el mayor nivel que tuvo la formación postfascista de Gianfranco Fini. Mientras Matteo Salvini decidió colaborar con el gobierno de coalición, Meloni ha sabido desde la oposición generar las sinergias de la oposición a favor de sus siglas.
La pequeña Meloni tiene como ejemplo europeo al húngaro Víctor Orban, el cual ha asistido a los encuentros “Atreyu” de Roma, donde las derechas conservadoras de Europa han ido generando un polo de integración que rivaliza en sustituir al PPE ante su electorado, a causa de su deriva ideológica hacia el discurso woke anticristiano. Aunque la prensa de izquierda quiere centrarse en al lejano pasado neofascista de Giorgia Meloni, la actual política italiana ha sido invitada especial en la Conferencia de Conservadurismo Nacional organizada en Roma, en febrero de 2020. La lideresa italiana también fue recibida este año por la American Conservative Union (CPAC), organización que invitó a Marión Maréchal el año anterior y es uno de los principales lobbies ideológicos del Partido Republicano estadounidense. La victoria de Giorgia Meloni puede ser el triunfo de la primera fuerza iliberal en uno de los países fundadores de la Unión Europea.