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Diario YA


 

La izquierda aberrante

Rafael Nieto. Como saben muchos de nuestros oyentes, en el libro DEFENDER LA VERDAD (Ediciones Esparta, 2017) he intentado subrayar algunas de las peores lacras sociales de la modernidad, entre las cuales, sin duda, la peor de todas es el relativismo moral, arma del Nuevo Orden Mundial y de la masonería universal para subvertir el orden natural de las cosas. De esas lacras, acaso la peor de todas sea la nefasta ideología de género, que pervierte la inocencia juvenil, desbarata el equilibrio de la familia tradicional y convierte a las personas en meras herramientas a disposición del lobby gay, homosexualista e izquierdista-liberal. Todo en ese proyecto ideológico es absolutamente demoniaco.

La razón, pues, por la que algunos nos hemos embarcado en la lucha por desenmascarar las mentiras de consenso que arropan la ideología de género no es porque odiemos a nadie, como se nos echa en cara por parte de sus promotores, sino defender la verdad de lo que las cosas son, que es tanto como decir defender los intereses generales y el Bien Común. Y también, por qué no decirlo, la recuperación de un mundo, que es el que algunos queremos para nuestros hijos y nietos, donde a falta de certezas superiores, al menos uno pueda estar seguro de lo que es el Bien y de lo que es el Mal, antes de que terminemos, como ya ocurrió, en Sodoma y Gomorra. O lo que es peor aún, a las puertas del Averno.

Podemos acaba de presentar en el Congreso una proposición de ley que permite a todas las personas elegir por sí mismas su sexo a partir de los 16 años, o incluso más jóvenes, si acreditan la madurez suficiente sobre el alcance de esa decisión. Sin informes médicos ni psicológicos y sin necesidad de haberse sometido a tratamientos hormonales ni quirúrgicos. Los adultos y los menores podrán ir al Registro Civil a elegir su nuevo género entre tres opciones: masculino, femenino y "no binario" (es decir, que no se identifica con ninguno de los dos anteriores). Y así constará en su DNI, pasaporte y la Seguridad Social. Es el llamado "derecho de autodeterminación" en materia sexual y de identidad de género.

La traducción de esta nueva aberración moral es que los partidos políticos le dicen a la Naturaleza, es decir, a Dios: "Usted ya no pinta nada aquí, en este mundo. Aquí los que mandamos somos nosotros". Y así, aunque nazcas mujer, puedes ser hombre si quieres, o puedes ser "no binario", o un cucurucho de palomitas, o una remolcadora. Cada uno puede ser lo que quiera, porque la voluntad de las personas se ha elevado a nivel divino, y está por encima de todo, incluso de aquello que viene determinado de origen. Esta barbaridad es compartida hoy en día por todos los partidos con representación parlamentaria, con pequeñísimos matices, y por tanto, aunque la propuesta sea de Podemos, es evidente que saldrá adelante, porque todos están de acuerdo en lo fundamental, más allá, como digo, de algunas minucias legales.

Podemos, que defiende a un rapero que simpatiza con ETA y los Grapo, y que acaba de ser condenado por desear "arrancarle las arterias" al rey emérito, es el mismo partido que ha defendido también al pregonero de Santiago de Compostela que se dedicó a burlarse de los católicos, con alusiones procaces a los huevos del apóstol y a las felaciones que iba a hacerle la Virgen María. Es el mismo partido. El mismo cuyos concejales en Madrid hicieron chistecitos sobre Irene Villa y sobre los judíos del holocausto nazi. El mismo que quiere homenajear a 335 chequistas en un homenaje en el cementerio de la Almudena, 134 de ellos asesinos comunistas que mataron a casi 3.000 inocentes, muchos de ellos en Paracuellos del Jarama. Esto es Podemos, así es Podemos.

Si esta aberrante ley transgénero sale adelante, y también lo hace la proposición de ley del PSOE sobre la Memoria Histórica, lo que nos espera en la España de los próximos años es un régimen totalitario de izquierdas, vestido de democracia para los domingos en los que hay elecciones. Y en efecto, podremos decir que hemos llegado hasta ahí por la irresponsabilidad habitual de una izquierda violenta, sectaria y liberticida, pero también por la cobardía y falta de patriotismo de la derecha acomplejada de siempre. Porque, no por casualidad, la Iglesia Católica ha condenado por igual los excesos del marxismo y del liberalismo, ambas ideologías nefastas cuando pierden las dos referencias elementales que justifican la acción política: la fidelidad a Cristo y el respeto a la Ley Natural.

Rafael Nieto,
director de SENCILLAMENTE RADIO, en Radio Inter

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