Pepiño, ¿ministro?
Redacción Madrid. 7 de abril.
Ni confirma ni desmiente. A Zapatero se le ha atragantado la filtración que, según algunos medios próximos al PSOE, ha realizado cierto miembro de la vieja guardia socialista. En Praga, pocos minutos después de verse con Obama y reactivar las relaciones diplomáticas con la primera potencia mundial, Zapatero instó a que cada medio "informe como le parezca", aunque él se niega de momento a confirmar si Blanco será el próximo ministro de Fomento y si Salgado se hará cargo de la vicepresidencia económica, sustituyendo a Solbes.
Pedro Solbes, responsable directo del caos económico que reina en España, y Magdalena Álvarez, acaso la ministra más esperpéntica que ha padecido este país en toda su historia, serían los principales afectados por esta remodelación del Gobierno, convirtiéndose en los chivos expiatorios (tan del gusto marxista) que pagasen las culpas colectivas.
Por lo demás, es bien conocida la excelente relación que mantiene Zapatero con Elena Salgado, a la que considera una mujer responsable y trabajadora, si bien los resultados de sus gestiones, hasta el momento, no pueden calificarse como muy destacadas. Salgado protagonizó una ridícula polémica (zumo en brick incluido) sobre si había que considerar al vino como una bebida alcohólica más, ignorando la tradición cultural y la importancia económica que tiene ese producto para nuestro país. También se empeñó durante meses en criminalizar a los fumadores, con una ley que sigue produciendo a diario confusión e incomodidad.
El número dos del PSOE, Pepiño Blanco, también se vería beneficiado por esta crisis del Ejecutivo. Daría el salto del aparato del partido al Gobierno, su sueño de siempre, compitiendo ahora con Fdez. de la Vega por ser la auténtica mano derecha del presidente.