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Diario YA


 

Editorial una hora en libertad

Reaparecen fantasmas que parecían olvidados en las las mentes de nuestros políticos

Javier García Isac/Una hora en libertad. En tiempo de elecciones, reaparecen fantasmas que parecían enterrados, olvidados en las profundidades de las mentes de nuestros políticos. Uno de estos “fantasmas” a los que se desentierra cada cierto tiempo y de forma recurrente, son los autónomos. Los grandes olvidados, los ignorados. Un colectivo de más de tres millones, de los que solo se acuerdan en periodo electoral.
Los autónomos son los grandes sufridores de este país. Se les ningunea de forma reiterativa e inmisericorde. Se les explota al máximo, se les exige sin piedad. Los grandes pagadores de esta fiesta, de esta crisis. Muchas obligaciones y muy pocos derechos.
Sin previo aviso, se le subieron las cotizaciones y el IVA. Se les pide un esfuerzo mucho mayor que a cualquier otro colectivo. Son el motor que impulsa a España a la salida de la crisis. Están solos, y sin embargo son los mayores generadores de empleo. No tienen derecho a casi nada, y por el contrario, son los que más aportan.
Tiempo de elecciones, tiempo de promesas, tiempo de nuevas mentiras. Todo vale para conseguir el preciado voto del autónomo.
El autónomo es lo más parecido a una hemorroide, sufre en silencio, no se queja, no es escuchado  por nadie. Solo ahora, en esta época electoral, vuelven los cantos de sirena, el mercadeo de ayudas que nunca llegaran, de ideas maravillosas con nula voluntad de ponerlas en práctica.
Gobierno, oposición, nuevos partidos, asociaciones, sindicatos, agrupaciones, todos andan detrás de conseguir el apoyo de este colectivo para luego no hacer nada, excepto el de seguir machacándolos con trabas, exigencias e impuestos inadmisibles.
Dan facilidades para nuevas altas en el régimen de autónomos, todo parece muy fácil, muy sencillo, muy idílico. La mayoría de los nuevos cotizantes a la seguridad social, pertenecen a este colectivo. Que nadie se equivoque, es un autoempleo. Muchas facilidades para atraer nuevos cotizantes, pero ninguna a los que llevan ya muchos años soportando esta pirámide invertida.
El gobierno, a menos de ocho meses de expirar su mandato, propone medidas que prometió hace tres años, y que no entraran en vigor hasta el próximo, donde posiblemente ya ni gobiernen.
Oposición y demás partidos, prometiendo ayudas sin concretar ninguna. Esto se asemeja a un mercadillo de baratijas, un rastrillo sin glamur, donde la mercancía ofrecida son los derechos de un colectivo permanentemente engañado. No existe programa electoral que se precie,  que no ponga en negrita y letra cursiva “se ayudara a los autónomos”, y con esta frase rimbombante y vacua es suficiente.
El autónomo no desea ayudas, ni subvenciones, ni regalos, ni derechos que no merezca, lo que desea, lo que pide, es que le dejen en paz!!!!. Que no le compliquen la existencia más de lo que la tienen, que no le utilicen, que no le exploten y expriman.
Urge una reforma seria en el régimen de autónomos, donde se le equipare con el resto de colectivos que conforma el régimen de la seguridad social. Este colectivo merece todo nuestro respeto, cariño y reconocimiento. Un grupo de más de tres millones de personas, con sus familias y responsabilidades, con sus pequeñas y medianas empresas, merece mejor trato que el dispensado hasta el momento. No son trozos de carne piernas y ojos, no son solos números ni estadísticas. Son el motor de este país, son el ejemplo de aquellos que lo han soportado todo sin recibir nada a cambio. Ya no cuelan las promesas, queremos hechos, somos tontos, pero no tanto. Yo no me atrevería a despertar a este “gigante dormido”.

 

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