Ridículo, vergüenza y golpe de estado en el Parlament
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La Lupa del YA. Belranga no lo hubiera hecho mejor. Diputados enfrentados, banderas colacadas y quitadas, diputados abandonando los escaños, inscripciones oficiales en el boletín que nadie sabe quién ha sido... La jornada en el Parlament ha sido bochornosa.
El Parlament ha aprobado la controvertida Ley del referéndum tras una larga jornada protagonizada por la bronca entre los diputados contrarios a que siguiera adelante la tramitación, que se ha asegurado por otra parte la mayoría de Junts pel Sí y la CUP. PSC, PP y Ciutadans se han ausentado expresamente de la votación de la ley. El pleno del Parlament más esperado de los últimos años se ha iniciado con una bronca monumental. La solemnidad que Junts pel Sí y la CUP han querido dar al momento de la aprobación de la Ley del Referéndum, que debe permitir a Carles Puigdemont convocar la consulta unilateral del 1 de octubre, ha saltado por los aires.
La oposición, ha obligado a detener en varias ocasiones el pleno. Es la sesión más tensa que se recuerda, con constantes reproches cruzados, cada vez más subido de tono, tanto dentro de la Cámara como fuera. Los independentistas han aprovechado la reunión de la Mesa convocada antes del pleno para, finalmente, admitir a trámite la Ley del Referéndum. Pretenden aprobarla saltándose todos los procedimientos de garantías habituales. Nada más iniciarse la sesión, la portavoz adjunta de Junts pel Sí, Marta Rovira, pidió la palabra para, en virtud del artículo 81.3 del reglamento del Parlament, modificar el orden del día del pleno para incluir la votación "por la vía urgente" de la Ley del Referéndum. Sin embargo, pronto se conoció que había nuevos elementos que habría que tener en cuenta, para desesperación de los independentistas, que querían aprobar hoy las dos leyes de desconexión. El PSC desveló la existencia de un informe de los letrados de la Cámara, oculto hasta entonces, en el que advierten a Forcadell de que la tramitación de esas normas choca con las advertencias del Tribunal Constitucional.
Además, existía una gran confusión sobre quién había ordenado publicar la admisión a trámite en el Boletín Oficial del Parlament (BOP). No había sido el encargado habitual, Xavier Muro. El secretario general de la Cámara se había negado a hacerlo y, además, había dado orden de que ningún funcionario lo hiciera, según fuentes parlamentarias. Eso provocó que Cs, PSC y PP pidieran que se declarara nula la publicación. Las mismas fuentes informaron de que fueron los propios cuatro miembros de Junts pel Sí en la Mesa quienes propiciaron la publicación de la admisión a trámite de la Ley del Referéndum en el BOP, lo que contraviene los procedimientos habituales. Tras la sesión de control del Govern, y en paralelo al trámite parlamentario, los grupos parlamentarios se organizaron para presentar enmiendas a la ley del referéndum, así como peticiones de amparo al Tribunal Constitucional, como es el caso del PSC. Desde la oposición también se ha instado al consell de Garanties Estatutàries a intervenir, pese a que el pleno ha votado a favor de eximir del trámite de garantías con la mayoría, nuevamente, de Junts pel Sí y la CUP. El Consell de Garanties Estutàries ha emitido un informe de urgencia en el que reclamaba poder pronunciarse antes de seguir el procedimiento en el Parlament, pero Forcadell rechazó aceptar esta recomendación.