Sánchez abusa de Bruselas
Luis Losada Pescador
Los desleales secesionistas aprovechan la debilidad de España para apretar el acelerador de sus reivindicaciones. Sánchez hace lo mismo. Aprovecha la debilidad de la Unión Europea tras el brexit para acelerar su ‘venezuelización’. Cree que en Bruselas nadie le parará los pies. Esperemos que se equivoque.
Aunque en abril informó a la Comisión Europea que la independencia judicial era clave y que la elección por tres quintos de la cámara garantizaba el consenso, ahora parece encantado con su ofensiva al poder judicial. Tan encantado, que pretende llevar el mismo sistema de elección al Defensor del Pueblo y otros organismos. Adiós al consenso. Si la negociación encalla, mucho mejor la imposición…
Desde Bruselas ya le han advertido que “los estados deben de garantizar la independencia judicial” y que “no es el camino ni el momento más adecuado”. Polacos y húngaros esperan que también se nos abra un proceso sancionador como se les abrió a ellos para comprobar que existe una única vara de medir. Y en casa, nueve de los consejeros del CGPJ advierten que la reforma pretendida por los ‘Picapiedra’ es inconstitucional.
En realidad, ya fue inconstitucional la reforma del Poder Judicial emprendida por el PSOE en 1985. Pero al menos guardaba las formas al exigir mayorías de tres quintas partes. Pasaron de la independencia al reparto de cromos. Pero ahora los ‘socialcomunistas’ quieren todos los cromos para ellos. Mucho. Demasiado.
Primer choque que pone en jaque las ayudas europeas. El segundo son los presupuestos. Como los malos alumnos, apuran al último minuto de este jueves 15 para enviar las cuentas a Bruselas. Y los papeles parecen no estar terminados. Prevén subidas del IRPF, pero sin detallar. Apuestan por la tasa Google y Tobin cuando Bruselas ya acordó esperar y ver. Calculan que el año que viene recaudarán 33.500 millones más que este sin explicar cómo.
Suben el IVA al 21% a las bebidas azucaradas y se inventan el impuesto al plástico. Muy creativos en el incremento de ingresos y nada imaginativos en el recorte de gastos. De hecho, las pensiones suben un 0,9%. De los funcionarios no dicen nada, aunque ‘prevendieron’ una subida similar. Ninguna reforma de calado. Desde Bruselas recuerdan que el fondo de reconstrucción es para acometer reformas. Y desde el FMI señalan que se deben de evitar subidas permanentes de gasto sin justificar. ¡Fachas!
Sánchez debe de creer que puede aprovechar la debilidad europea para ejecutar el programa de Podemos financiado con fondos europeos. Esperemos que se equivoque. Ni los europeos son tan tontos ni la UE está muerta. La intervención de Grecia, Portugal e Irlanda fue dura, pero les salvó del abismo y hoy son economías más o menos saneadas. Si España quiere seguir en el club europeo deberá de comportarse como europeo y abandonar las veleidades caribeñas. España se juega su ser o no ser. Pero Europa, también.
El anzuelo del pescador
Sánchez, el cobarde. Aunque el presidente es el único capacitado legalmente para decretar un estado de alarma, Sánchez deja que sea Illa quien se queme explicando el inexplicable estado de alarma madrileño. Cobarde.
Cogobernanza. Según el baremo de Sanidad, cinco comunidades se encuentran en la misma situación que Madrid y deberían regresar a fase 1: prohibir atender dentro de los bares y restringir el aforo del transporte público al 30%. Pero Illa no decretará estado de alarma y confiará en la ‘cogobernanza’, el nuevo sinónimo de Pilatos…
La deuda total se sitúa en el 251%. La deuda pública se ha disparado. Pero la privada, también. Debemos en total un 251% del PIB, ratios que no veíamos desde el 2008. Un anticipo del brusco repunte de la morosidad y de largos años digiriendo el empacho sin capacidad de inversión y crecimiento.