Daniel Ponce Alegre. Delegado en Levante de Diplomacia S.XXI. El pasado año 2014 España presidió la Iniciativa 5 + 5 de Seguridad y Defensa en el Mediterráneo en la que participan 10 países, 5 del suroeste europeo: España, Francia, Italia, Grecia y Malta, y 5 del norte de África-Magreb: Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Mauritania.
Tras dicha Presidencia, durante la cual se han podido elaborar diferentes estudios y análisis, realizar ensayos prácticos sobre seguridad y defensa en la región, y se han impartido seminarios, como al que tuve el honor de asistir el pasado mes de junio en la Sede del CESEDEN, Pso. de la Castellana, 61. con la presencia de expertos en las áreas de seguridad y defensa, desde las perspectivas pública y privada, de los países miembros de dicha Iniciativa; como digo, al empezar este año, España ha cedido el testigo a Túnez, país socio de la Iniciativa, cercano geográficamente y con una historia común que se remonta a la pertenencia al Imperio Romano y a la Iglesia de Cristo, pues sí, pues Túnez comprendía las Provincias o Diócesis de Numudia, África Proconsularis, Byzacena y Tripolitana, en la actual Libia, y dio frutos de grandes servidores romanos y grandes santos cristianos.
Con este patrimonio milenario común se asienta la hermandad con Túnez, Presidente 2015 de la Iniciativa 5 + 5, y la obligación de proteger a nuestros hermanos y socios en el sur de Eurasia, aún siendo el caso que ellos como país se identifican como musulmanes, desviación cristiana con influencias otomanas, judías y tribales de la región, perdóneme el lector la generalización y simplificación de las raíces culturales y religiosas tunecinas que por falta de espacio desarrollaré en otra ocasión.
El atentado de estos días nos muestra la necesidad de estos pactos e Iniciativas que están para llevarse a cabo y usarse cuando la situación lo requiere, como es el caso, y para defendernos del Mal que representan los islamistas, sean del grupo que sean.
El próximo 14 de abril en Barcelona, en la Cumbre - UE contra el yihadismo, será una buena oportunidad para tratar esta amenaza como medida paliativa hasta la solución definitiva y eterna que vendrá exclusivamente de manos de Dios, Jahvé de los Ejércitos, a través de su Hijo Jesucristo, como Rey y Juez con poder y gran gloria para sustituir a los gobiernos de este mundo e instaurar el Reino Prometido Padre desde la Creación del mundo.