Voten señores, sigan votando
José Vicente Rioseco. Las democracias, como los vinos necesitan años para alcanzar esa calidad que les hace a unos ser el más deseado de los alimentos y a la otra, la peor forma de gobierno si excluimos a todas las demás.
Claro que hay vinos jovenes de mucha calidad que acompañan de maravilla a algunos pescados y desde luego al marisco gallego. También hay democracias jovenes que dan bien con algunos pueblos; pero generalmente son los años los que les dan un caracter, una serenidad, necesaria para el vivir bien de los pueblos.
También como en los vinos, en las democracias, hay buenas y malas añadas. Buenas como aquellas de alrededor del año 78. Pero también hay otras, como la que estamos pasando en estos momentos que hacen dudar de la bondad de la democracia como mejor forma de gobierno. Y es que no siempre, probablemente casi nunca, en democracia se elige a los mejores, como por otra parte podría aparecer al ser elegidos por el pueblo que logicamente, debería escoger a los más cualificados para que nos gobernasen. Pero la esencia de la democracia no es escoger a los mejores; casi casi, ni siquiera el escoger a nuestros gobernantes. La esencia de la democracia es el poder deponer al poderoso ya con la palabra, ya con el voto, pero sin violencia ni lucha, para que sea otro, quien nos gobierne.
Hasta es posible que ese otro que es escogido para gobernarnos, este menos capacitado y sea peor gobernante que su antecesor. Pero ahí está la democracia para, segun sus reglas, deponer al nuevo poderoso y colocar otro nuevo gobernante; y todo sin violencia, sin pasiones descontrolodas y sin rencores.
Es por eso, que debemos estar muy satisfechos, de este cambio politico, muy importante, que ha habido a causa de estas elecciones que recientemente hemos pasado y yo diria, que hemos sufrido. No del cambio en si, si de la forma que se ha hecho ese cambio. No por los gobernantes nuevos que han llegado, si porque los que se han ido lo han hecho sin violencia y sin violencia han llegado nuestros nuevos gobernantes. Y todo porque nosotros el pueblo así lo hemos querido.
Porque como nos enseña la historia es verdad que las guerras tienen distintos motivos economicos, religiosos, etnicos y de muy diversa indole. Pero en esencia el foco y desencadenante de las mayoria de las guerras, ha sido el ansia de poder de una minoria que o tenía el poder y quería aumentarlo (Napoleón, Hitler) o no lo tenían y deseaban alcanzarlo (Isabel la Catolica, Guerras del siglo XIX en España).
Es muy frecuente pensar que estos hechos belicos son cosa del pasado y que ahora estamos tan educados que ya no volveran a pasar. Grave error.
Si miramos la historia de Europa, España ha sido de las pocas naciones en que no ha habido guerra en los últimos 75 años. La etapa más larga desde la paz romana. El resto del suelo europeo, desde el Cabo Norte hasta Malta desde las Islas Britanicas hasta los Urales ha sido un inmenoso campo de Marte en donde hombres de todos los lugares pero sobre todo europeos, murieron y mataron porque algunos poderosos querían más poder y otros se negaban a dejarlo.
Por todo esto y recordando a Winston Churchill, tenemos que aceptar que la democracia es sin duda la peor forma de gobierno excepto todas las otras formas que han sido probadas de vez en cuando.
Claro que la democracia hay que cuidarla. Son muchos los males que nos pueden llegar. Por encima de la bondad de uno u otro gobernante, más importante que la decisión entre un buen o un mal gobierno, esta la forma de cambiar a esos gobiernos. La democracia es la forma, y no el fondo.
En España teniamos, quizas aun tenemos, un partido que dice ser socialdemocrata que considera que su gran rival, su enemigo, no es ninguno de los partidos que ultimamente han aparecido en el arco politico. Estos partidos, formados por generaciones que no han vivido el grave conflicto que hirió gravemente nuestra convivencia en el siglo XX, que han resucitado el inconsciente discurso del odio, son considerados por este partido socialdemocrata como sus naturales compañeros de viaje. A pesar de que el lenguaje que trae habla banqueros ahorcados, de adversarios en la guillotina, se les reconoce como los naturales partidos de coalicción.
En Alemania el partido socialdemocrata se niega a unirse a partidos semejantes como pueden ser el Die Linke alemán, aún acosta de darle el poder a la derecha.Nosotros somos diferentes.
Porque un partido que realmente pretende gobernar una nación europea, no puede goberanarse con ningun partido que no acepta el caracter definitivo de la democracia parlamentaria, pone en duda la lealtad a la constitución y rechaza compromisos internacionales adquiridos.
Cualquier coalicción de partidos de este estilo, son un problema para el presente y probablemente un crimen contra el futuro.
Cuando el mal esta en sus comienzos es facil de curar y dificil de reconocer, pero si pasa el tiempo sin que se haya detectado y curado cuando empezó, entonces se vuelve fácil de reconocer y dificil de curar.
"Aquel que ayuda a otro a alcanzar el poder esta condenado a caer, porque para conseguirlo habra utilizado o su ingenio o su fuerza, y ambas cosas resultan incomodas para el que se ha vuelto poderoso". Son palabras de Maquiavelo en El Principe. Hoy se le llama: "El abrazo del oso".
Pero aún así estemos satisfechos. Todo ha sucedido en democracia, por decisión del pueblo que en contra de la demogagia actual, si se equivoca y frecuentemente.
Preparemonos para las próximas elecciones y acertemos mejor para entonces.
Y que continue la democracia.