Zapatero promete ahora mejores recursos a la Policía y Guardia Civil
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Redacción Madrid. 8 de enero.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió hoy a respaldar con mejores recursos materiales y humanos la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, durante su breve discurso en el homenaje a los cinco policías y ocho guardias civiles fallecidos en acto de servicio en 2008, que se celebró en el Palacio de la Moncloa.
"Seguiréis teniendo el respaldo que necesitáis para poder desempañar vuestras funciones cada día con mejores recursos materiales, con unos medios humanos cada vez mejor formados y en número suficiente, en las condiciones laborales adecuadas. Este es el compromiso del Gobierno que presido", manifestó Zapatero, que insistió en él en una "ocasión tan especial en la que ninguna palabra debe decirse en vano".
En su intervención, Zapatero quiso transmitir la "gratitud" del Gobierno, las altas instituciones del Estado y los ciudadanos a los que "lo entregaron todo el cumplimiento del deber", un deber "tan socialmente valioso como es preservar la convivencia y hacer posible el ejercicio de los derechos de todos". "Tenemos en alta estima lo que hacéis y somos sensibles a vuestras necesidades", les aseguró.
Zapatero reconoció lo "duro" y "abnegado" de la tarea de guardias civiles y policías, dedicados a "proteger la libertad de los ciudadanos y garantizar la seguridad de las personas" en "ciudades, pueblos y carreteras" los 365 días del año. "Quienes tanto nos dieron no merecen nuestro olvido. Recordémosles siempre, honrémosles siempre", remachó.
El jefe del Ejecutivo presidió hoy en los jardines de la Moncloa un homenaje a los ocho guardias civiles y cinco miembros de la Policía Nacional (entre ellos una inspectora y un oficial) fallecidos en acto de servicio en 2008. Este acto se celebró hoy por segunda vez, en virtud de un acuerdo del Consejo de Ministros de diciembre de 2007 por el cual se instauró el 'Día del homenaje a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado fallecidos en acto de servicio'. El decreto obliga a celebrar cada año en la primera quincena de enero una ceremonia por los fallecidos el año anterior.
Flanqueado por los ministros de Defensa, Carme Chacón; e Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, Zapatero hizo entrega de un documento oficial y una placa conmemorativa a los familiares de los policías y guardias civiles fallecidos, después de que una banda de música formada por miembros de ambos cuerpos tocara el himno nacional. Al final del acto, compañeros de los fallecidos depositaron una corona de laurel a los acordes de la 'Muerte de Aase', de la suite número 1 del drama 'Peer Gynt'.
Al acto asistieron además el líder de la oposición, Mariano Rajoy; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; el presidente del Congreso, José Bono; y el del Senado, Javier Rojo; la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas; el del Supremo, Carlos Dívar. Zapatero acudió acompañado de su esposa, Sonsoles Espinosa. Acudieron también altos mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el director de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Velázquez, además del Jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez.
Asistieron asimismo compañeros de los agentes fallecidos, pero no varios sindicatos de Policía (SUP, SPP y UPF) y dos asociaciones de la Guardia Civil (AUGC y UGC), que ya habían adelantado su ausencia argumentando que el Gobierno utiliza los fallecimientos para un acto político. En cambio, el sindicato mayoritario policial CEP sí había avanzado su intención de acudir al homenaje.
En su discurso, Zapatero recordó también la reciente conmemoración del 30 aniversario de la Constitución y recalcó que en estos 30 años se han "superado no pocas limitaciones históricas", entre ellas "proteger eficazmente la libertad y la seguridad" en el marco del Estado de Derecho. Subrayó además que la propia Carta Magna atribuye a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "la misión de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades" y, en este sentido, elogió el "balance" de su actividad en estos 30 años, aun cuando Policía y Guardia Civil se han enfrentado a "no pocas amenazas ni de gravedad menor".
Por su parte, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificó de "justo y merecido" el homenaje a los fallecidos, que "fueron ejemplo de entrega incluso más allá de lo exigido en su trabajo". "Murieron cumpliendo con su deber y eso es lo que seguramente les gustaría que hoy dijéramos, que se comportaron con honor", señaló.
Rubalcaba dedicó unas palabras a María Victoria, la viuda del guardia civil Juan Manuel Piñuel Villalón, asesinado por ETA el 14 de mayo en un atentado contra la casa cuartel de Legutiano (Álava) . El ministro destacó su "fortaleza y entereza de ánimo" tras el asesinato; subrayando que en aquellos momentos parecía que era ella la que infundía ánimos para continuar con la labor que realizaba su marido.
El ministro destacó que "el buen hacer" de policías y guardias civiles le ha proporcionado los mejores momentos en sus tres años al frente del Ministerio y que su ejemplo "ha sido el mejor al que acudir cuando las fuerzas flaquean". Subrayó además que ser policía o guardia civil es "sinónimo de coraje para enfrentarse a riesgos y amenazas, tener la entereza y el optimismo necesarios para soñar con lo mejor de la sociedad teniendo que enfrentarse en muchos casos con lo peor de ésta" y "apostar por la confianza frente al miedo, por la seguridad frente a la vulnerabilidad".
Rubalcaba, que reconoció que ningún homenaje puede paliar el dolor de los familiares de los fallecidos, quiso insistir en el sentimiento de solidaridad y cariño con las familias. "La memoria, si no el remedio, es el mejor paliativo para la ausencia", manifestó.