DERECHOS Y LUJOS; La emigración es un derecho, el turismo es un lujo
Manuel Parra Celaya.
A diferencia del común de los mortales, me suelo fijar en las pintadas callejeras, no tanto por razones estéticas, cuando las hay, como sociológicas, para intentar entender el mensaje que pretenden transmitir a otros. Creo que ya comenté una vez que me sorprendió una que llevaba la firma inequívoca de la “A” anarquista: No parar hasta conquistar, lo que indicaba un tremendo despiste -¿o no?- del ácrata del rotulador; ante otra del mismo signo ideológico no pude menos que expresar aquiescencia (estaba un servidor en sus años mozos): Sin mujeres, no es posible la revolución.
El otro día mereció por mi parte una serie de reflexiones otra pintada, repetida en varias fachadas: La emigración es un derecho, el turismo es un lujo. Traslado a los lectores un resumen de mis meditaciones, por si alguno desea entrar en amigable polémica al respecto.
La Justicia chavista rinde pleitesía a la dictadura; ¿aprenderemos los españoles en cabeza ajena?
Luis Losada Pescador
No hubo sorpresa; la Justicia chavista avaló la supuesta ‘victoria’ de Maduro en las elecciones del 28J. Dice que su ‘victoria’ es “inobjetable” y acusa a María Corina Machado y a Edmundo González de “desacato”. Un movimiento tan esperable como el aval de la autoridad electoral pero que apunta a un enrocamiento y a una aceleración de la represión.
Por supuesto, nadie cree al Tribunal Superior de Justicia de Venezuela. Fue el primer objetivo del chavismo para asegurarse el poder. Su independencia brilla por su ausencia. Y su fidelidad al régimen es absolutamente perruna… La ONU lo ha llegado a calificar de “máquina represora del Estado”.
El semáforo ya está permanentemente en verde para ellos: y siempre en rojo para los catalanes que nos sentimos españoles
Manuel Parra Celaya. En mi artículo de la semana anterior, atendí a lo trascendente y tiré por elevación; reflexioné en voz alta -aunque sosegado, como dije- y me centré en las últimas y más profundas razones del hecho. Hoy, por el contrario, aunque persiste la serenidad, me he propuesto reírme de lo acontecido en el carnaval callejero-policíaco de la escapada de Puigdemont; primero, porque la vis cómica es siempre más saludable al cuerpo y al espíritu, y, segundo, por intentar evitar que otros se rían de mí, tal como lo están haciendo con muchos conciudadanos.
LA SAGA-FUGA DE PUIGDEMONT
Manuel Parra Celaya. Como ya habrán advertido los sagaces lectores por el título de este artículo, casi literalmente plagiado del genial Gonzalo Torrente Ballester -junto a cuya efigie tuve el honor de tomar un café en la Plaza Mayor de Salamanca hace pocos días-, mi indignación inicial se debía al número circense protagonizado, al alimón, por el prófugo de Waterloo y las Fuerzas de Seguridad autonómicas; y todo ello bajo la espesa capa de silencio de los normalmente locuaces ministros, portavoces y consejeros de La Moncloa. El resumen del sainete es conocido por todos a estas alturas: el fugado entra en España impunemente, tras varios años en que se puesto de manifiesto la insolidaridad europea y la animadversión hacia nosotros de la judicatura de varios países de la Unión; el mencionado prófugo de la justicia española anuncia públicamente sus intenciones urbi et orbi, y las cumple sin que aquí se mueva ni un servicio de -llamémosle- inteligencia; claro que no es difícil la jugada, cuando no existen fronteras y otros muchos delincuentes se aprovechan a diario de esta situación; actúa en un breve mitin callejero, en un escenario montado ad hoc, ante sus fanáticos seguidores…y desaparece cual nuevo Houdini.
Juez Llarena: me expliquen la tocata y fuga
Luis Losada Pescador. Que el ‘performance’ de Puigdemont nos ha dejado en ridículo a los españoles es una obviedad. Se ha reído del Estado de Derecho. Los Mossos d’Esquadra honestos se sienten humillados por el ridículo. La imagen exterior de España ha caído varios enteros. ¿Que la policía española no es capaz de detener a un prófugo delante de sus narices y se permite dar un mitin retransmitido por televisión? Áteme esa mosca por el rabo… Ahora toca explicar qué ha pasado. Lo que es seguro es que no ha sido un fallo. En todo caso, muchos y concatenados. El primero, político: la decisión del gobierno de que el CNI no monitoreara a Puigdemont. Sería lo lógico en términos de seguridad nacional; ¿cómo no íbamos a monitorear a quien ha hecho una declaración unilateral de independencia, anuncia que lo volverá a hacer y está huído de la Justicia en Francia y Bélgica gracias a la deslealtad de nuestros socios europeos? Pero, claro, en términos políticos es incomprensible que Inteligencia investigue mientras los políticos negocian y pactan una investidura, unos presupuestos y una legislatura. Dónde, cómo y lo que quiera el prófugo. Pues ya estaría: CNI fuera.
El Papa no se refirió en ningún momento al montaje propagandístico queer y a la blasfemia contra la Santa Cena
Manuel Parra Celaya. La horterada parisiense del acto de inauguración de los Juegos Olímpicos se vio implacablemente trufada de lo queer y de wolkismo por obra y gracia, dicen, de un tal Thomas Jolly, inspirador y creador de la escenografía. Como no podía ser menos, incluía una mofa de la religión, pero no de una cualquiera, sino en concreto del Catolicismo, a lo que ya estamos acostumbrados en esta sucursal de la postmodernidad que algunos nos empeñamos en seguir llamando España. Al parecer, Monsieur Jolly no tiene redaños para hacer escarnio de las otras religiones del Libro, porque sus respuestas a las provocaciones blasfemas suelen ser mucho más contundentes, como la propia Francia experimentó en sus carnes hace unos años.
Rebelión socialista
Luis Losada Pescador. El “hasta aquí” de ahora parece más serio. A Page y Lambán se suma Andalucía, Castilla y León, Extremadura y Asturias. Argumentan que se están jugando recuperar sus feudos tradicionales. “Estamos hablando de las cosas del comer”, argumentan. Casi nada. Así que exigen que se convoque el Consejo de Política Federal. ¿De verdad que es buena noticia la federalización de España?, ¿es compatible la federalización con la lucha por la igualdad?
AQUELARRE OLIMPICO EN PARIS
Fidel García Martínez. Es cierto que los juegos olímpicos, como todas las realidades humanas, están marcados por la ambigüedad y por las contradicciones. Los mueven fuertes intereses económicos y teniendo en cuenta el esfuerzo y el talento de la mayoría de los atletas que se esfuerzas por conseguir las deseadas medallas, suelen ser los países más poderoso económicamente los que se llevan casi todas las medallas, incluso contratan atletas de otros países más pobres para que defiendan sus colores. Con todo, los juegos olímpicos representan un magnífico escaparate de todos los pueblos, donde hombres y mujeres de todas las naciones razas, culturas y religiones compiten pacífica u amigablemente.
REFLEXIONES ANTE EL SANTO PATRÓN
Manuel Parra Celaya. Reciente la festividad, jornada laborable en muchas Comunidades, me pregunto cuántos españoles han sido conscientes, ese día, de su patronazgo en esta época convulsa y extraña que nos toca vivir.
Bien mirado, poco le importa a un servidor que el Apóstol Santiago estuviera o no dando mandobles en la batalla de Clavijo, según ironía de José Antonio Primo de Rivera, como burla amable a unas derechas que, llenándose la boca de referencias del pasado lejano y de leyendas piadosas, se desentendían de las necesidades perentorias del pueblo español. Sobre Santiago, me basta con saber que era uno de los hijos del Trueno, discípulo predilecto de Cristo, predicador del Evangelio, primer mártir por esa causa y que entró por esos méritos en el santoral; con el importante añadido temporal que es el Patrón de España y de la Caballería española.
Sánchez, al banquillo
Como siempre es presidente de gobierno de manera “inescindible”, cuando presenta su libro lo hace con medios del Estado: peluquería, alquiler de sala, retransmisión por streaming… Lo curioso es que los beneficios del libro sí son escindir. Como también lo son los regalos. Suponemos que incluídos los regalos de Estado. ¿Por qué se niega a informar de los regalos recibidos?