J.Mª. Manrique. La infamia se ha consumado. O, mejor dicho, las infamias. - 11-XI-2016: Se decreta judicialmente que la, posiblemente, mayor profanación sacrílega del Mundo no es “delito” sino libertad de expresión; los Acuerdos Iglesia-Estado, la Constitución y el Código Penal han sido pisoteados. Lo ha hecho el juez Otamendi, titular del Juzgado de Instrucción nº 2 de Pamplona, archivando la querella. Me estoy refiriendo a los hechos acaecidos en torno a la exposición blasfema (“Amén”, por Abel Azcona) que exhibió 242/8 supuestas Formas Consagradas en el marco de la sala de exposiciones municipal de Pamplona. La misma se corresponde con el Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada, el cual fue desacralizado por el Arzobispado (Mons. Sebastián, en 1998-99) y cedido condicionadamente al Ayuntamiento, menos la cripta-panteón (sede de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz y el Santo Cristo)
Redacción. Han pasado muchos años, pero la Guerra Civil sigue dejando rastro. Dos obuses de la Guerra Civil, uno de ellos de 26 kilos de peso, han sido hallados en los terrenos donde se está llevando a cabo la ampliación de Airbus, dentro de la segunda fase del parque tecnológico de Carpetania en Getafe.
Pedro Sáez Martínez de Ubago. Contrastando las frías estadísticas, puede verse que, en realidad, la España de 1936 era una nación arruinada moralmente: un Estado de graves persecuciones religiosas donde los católicos encontraban el martirio; un Estado donde la familia no estaba adecuadamente protegida por la legislación y donde se usurpaban por el poder facultades que, por naturaleza le eran ajenas. Un Estado que persiguiendo el paraíso soviético había traído en infierno a la tierra.
Pio Moa. Dadas las evidencias, izquierdas y separatistas deben admitir que, por las extremas circunstancias de una guerra, el terror fue practicado en los dos bandos. Entonces cargan las tintas sobre la represión posterior: afirman que “no vino la paz, sino la victoria”, hablan de hasta más de 200.000 personas supuestamente fusiladas por el delito de ser, también supuestamente, republicanas, y muchas más sometidas a trabajos forzados en campos asimilables a los nazis (no al GULAG, por razones obvias).
Editorial. A Rodriguez le sigue gustando el macabro deporte de seguir levantando escombros para descubrir restos de muertos en la guerra civil.
“La perniciosa propaganda comunista se está inoculando en los jóvenes de la nación… Peor fue la sensación de que el gobierno español, débil y cargado de dudas, había dejado el poder en manos del proletariado” Henry Chilton (Embajador británico en Madrid, el 1 de mayo de 1.936)
Pio Moa. No menos que la legitimidad de origen del franquismo ha sido negada su legitimidad de ejercicio. Según la propaganda convencional, Franco exterminó a los demócratas, sumió al país en el atraso y el aislamiento y gobernó manteniendo la división entre los españoles. En frase celebrada, “no trajo la paz, sino la victoria”.
Pio Moa. La intención básica de la Ley de Memoria Histórica consiste en la deslegitimación del franquismo, en torno a la cual se ha forjado un extraño consenso. Extraño por su amplitud, ya que incluso gran parte de la derecha considera ilegítimo a aquel régimen. Y más extraño aún por su falta de fundamento, una vez examinada la historia
Pio Moa. No menos que la represión de los nacionales ha sido distorsionada la del Frente Popular. Sus panegiristas la han atenuado o justificado: habría sido un terror de respuesta al de sus enemigos y tenido carácter popular y espontáneo, luego encauzado jurídicamente por las autoridades “democráticas”.