España en la hora de Marte
Laureano Benítez Grande-Caballero. Después de las bochornosas y escandalosas navidades que nos han dado los podemitas, con profanaciones, blasfemias, persecuciones y sacrilegios incluidos a lo largo de toda la geografía española ―especialmente en la dominada por los radicales―; okupado ya el Congreso por podemitas y otras hordas radikales y secesionistas, ante la flagrante amenaza de un Frente Popular, he de confesar que estoy muy harto y no puedo soportarlo más, y que ha llegado la hora de Marte.
Yo era "un patriota", y lo que he visto me ha hecho "dos patriotas"
Laureano Benítez Grande-Caballero. Nuestro país necesita un mayor compromiso de los españoles, para defender nuestra Patria de las amenazas que sufre por la conspiración radical y secesionista que atenta contra nuestra identidad y nuestra supervivencia.
Durmiendo con el enemigo
Laureano Benítez Grande-Caballero. Primero vinieron a por los católicos, asaltando capillas con sus femenvestales de pechos al aire, en bolas chinas, pidiendo que el Vaticano les dejara comerse las almejas, amenazando con sus piromanías estilo 36, con sus quemaconventos y matacuras copiados del big bang republicano. Pero a mí eso no me importó, porque estamos en un Estado laico.
¡Santiago, y cierra España!
Laureano Benítez Grande-Caballero. Ante el terremoto radikal y secesionista que sacude hoy los cimientos de la patria mía, hacía tiempo que deseaba escribir un artículo con este título, que vi por primera vez en las entrañables aventuras del «Capitán Trueno», el ídolo de mi infancia y adolescencia. Como diría el poeta Walt Whitman, refiriéndose a Lincoln: «¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán!».
En España se está poniendo el sol
Laureano Benítez Grande-Caballero. Radikales, secesionistas, la amenaza del terrorismo yihadista y de un frente popular han sumido a nuestra Patria en una noche amenazadora, donde el sol de nuestra Historia se pone para un pueblo adormecido.
«¡Es España, estúpidos!»
Laureano Benítez Grande-Caballero. Ya están aquí, llegaron ya.
El disputado voto del Sr. Pérez
Laureano Benítez Grande-Caballero. Siempre que hay elecciones me suelo acordar del señor Cayo, el «robinson» de la novela de Miguel Delibes que llevaba una vida rural ―hoy se diría que ecológica― autosuficiente en un abandonado pueblo de un recóndito páramo castellano, al que se desplazan tres militantes de un partido izquierdoso para conseguir su voto.
El espíritu de Covadonga
Laureano Benítez Grande-Caballero. En la actual situación de emergencia bélica que vive Europa, España es uno de los países más amenazados, por lo cual debería reflexionar sobre la conveniencia de acoger con los brazos abiertos a los refugiados islámicos. Pablo Iglesias ha dicho que, si fuera presidente, convocaría referéndums para que el pueblo español sea el que apruebe o no nuestra entrada en guerras futuras.
Welcome to Al-Andalus
Laureano Bneitez. «Hoy en este monólogo voy a reivindicar el derecho de todos los ciudadanos americanos a llevar armas. O voy a reivindicarlo por lo menos en términos teóricos». Quien decía esto no era ningún miembro del ultraconservador grupo republicano americano «Tea Party», ni tampoco ningún representante de la poderosa «Asociación nacional del rifle», sino un tal Pablo Iglesias, quien el 7 de noviembre de 2012, en su editorial en forma de monólogo con que abría sus programas de «La tuerka», desgranaba perlas como éstas: "Un pueblo desarmado puede ser sometido a la esclavitud en cualquier momento. El derecho a portar armas es una de las bases de la democracia".
La España de los suspiros
Laureano Benítez Grande-Caballero. Ante los ataques a nuestros valores y nuestra integridad territorial de radikales y secesionistas, España se ha convertido en una tierra extraña, que suspira por recobrar su unidad y su grandeza. España atraviesa por uno de los períodos más turbulentos de su larga historia. Una maléfica horda de apocalípticos jinetes con las crines incendiadas recorre nuestras tierras, diseccionando nuestra Patria con sus fieras guadañas, hoces y martillos, en una catastrófica obra de desguace que tiene como víctima a la nación más vieja del mundo, creación de un pueblo que conquistó imperios con su legendario valor, que fue el brazo armado de los valores tradicionales de la civilización cristiana.