Miguel Massanet Bosch. No acabamos de sorprendernos ante los miles de peripecias que están afectando a este país, a cual más inverosímil, de modo que no pasa día sin que, los españoles, tengamos que hacer un acto de fé para seguir creyendo que, en algunos momentos de nuestra vida, estuvimos viviendo en un país en el que había trabajo, nos tolerábamos los unos a los otros, intentábamos disfrutar de la vida y gozábamos de una paz, no sólo por falta de enfrentamientos, sino de esta tranquilidad interna que nos permitía dormir sin sobresaltos y pensar solamente en cuidarnos, trabajar, disfrutar de nuestro ocio y mantener buenas relaciones con nuestros vecinos.
Miguel Massanet Bosch. Sé que lo que voy a comentar no me va a granjear más amigos ni, posiblemente, merecerá las felicitaciones de quienes tienen un concepto muy distinto sobre la palabra democracia del que, mi experiencia de muchos años, me ha enseñado a respetar, un pensamiento que se puede resumir en aceptar como menos malo y, posiblemente más sensato, lo que las mayorías han decidido que puede ser más beneficioso para el país aunque, existan intentos fraudulentos que intentan demostrar que sumando ovejas, leones y jirafas se puede conseguir una mayoría, sólo de número,(no de comportamientos, instintos ni métodos de supervivencia) que pueda sustituir a lo que fuera una mayoría de cebras que superase al número de ovejas, leones y jirafas considerado de forma independiente para cada tipo de animales.
Miguel Massanet Bosch. Estamos en unos momentos en que las disparidades existentes entre españoles, surgidas a raíz de la crisis que ha estado azotando a nuestra nación desde principios del 2008; la aparición de multitud de opiniones políticas diversificadas, junto a la confusión que, el advenimiento de formaciones políticas de carácter extremista o creadas de forma oportunista para aprovecharse del desgaste de los dos principales partidos que, hasta ahora, se venían alternando en el gobierno de España
Miguel Massanet Bosch. Cuando un periódico, en teoría tenido por ecuánime, sensato y objetivo, dedica, desde que el señor Trump fue elegido, sistemáticamente y con rara persistencia la mitad de su información diaria a hablar de Donald Trump en la mayoría de sus artículos y colaboraciones y, en ninguna de ellas para favorecerlo sino para lanzar toda la caballería izquierdista y separatista contra el mandatario americano, para intentar descalificar a los millones de americanos que, democráticamente, decidieron votarle para ocupar el cargo de presidente de su nación; es el momento en el que empezamos a dudar de las verdaderas intenciones que se esconden detrás de una campaña de acoso.
Miguel Massanet Bosch. Cuando escuchamos a tantos políticos empeñados en efectuar cambios en nuestra Constitución del año 1978, no podemos menos de pensar cuáles serán los verdaderos motivos de tanto empeño en cambiar nuestra Carta Magna y los ocultos intereses que se ocultarán detrás de semejante obcecación.
Miguel Massanet Bosch. Cuando, a finales del año 2011, el señor Rodríguez Zapatero, incapaz de hacerse cargo de una España a la que, él y su equipo de ministros, habían llevado al borde mismo del abismo de la quiebra soberana, decidió transferirles el “marrón” a sus adversarios del PP, simulando que en, el cambio de gobierno, el PSOE se había comportado de un modo caballeroso, colaboracionista y honesto para con su rival político; hasta los mismos populares alabaron la aparente buena fe de los gobernantes salientes.
Miguel Massanet Bosch. Como era de esperar el separatismo catalán no puede permitir que, el incendio independentista que han conseguido provocar en toda Cataluña, se extinga; que toda la propaganda que, durante años, se han dedicado a propalar entre el pueblo catalán, deje de tener efecto y que todas cuantas mentiras, engaños, quejas, proclamas, invenciones y demás invectivas contra España y los españoles, llegara un momento en que, por no mantener encendida la brasa revolucionaria, acabase por convertirse en meras cenizas.
Miguel Massanet Bosch. Todos sabemos cómo está el panorama político en la comunidad catalana. Si, en España, existe el problema de conciliar las posturas, abiertamente discordes, entre los distintos partidos políticos; si el nuevo gobierno del señor Rajoy se enfrenta a una legislatura en la que van a tener que hacer encaje de bolillos para conseguir los acuerdos necesarios para que les permitan gobernar o, al menos, intentar hacerlo; si los señores de Podemos van a intentar, por todos los medios legales, ilegales y obstruccionistas que, sus mentes fanatizadas, pongan a su alcance para dar al traste con cualquier posibilidad de llevar adelante esta complicada legislatura.
Miguel Massanet Bosch. Un gobierno dialogante, pide Rajoy. Dice Jesús G. Maestro: “No se puede dialogar con quien no sabe razonar. Si la razón está en el diálogo, como advierte Habermas, que demuestre cómo se puede dialogar con quien no sabe razonar”. Mucho nos tememos, aquellos que poco pintamos, por no decir nada, en la política nacional, que cuando nuestro flamante presidente del gobierno, se refiere la necesidad de dialogar (por lo demás, comentario un innecesario ante la evidencia de tener una minoría insuficiente para conseguir mayorías) y, en consecuencia, de que los nuevos ministros que deban formar el nuevo Ejecutivo, sean personas dispuestas a la ardua tarea de convencer a quienes están dispuestos, de antemano, a no dejarse convencer.
Miguel Massanet Bosch. ¿Qué ha ocurrido en España durante los últimos años, qué se ha estado incubando desde que se pasó, de la dictadura del general Franco a la democracia, la democracia parlamentaria refrendada por la Constitución de 1978, adaptada al sistema de monarquía parlamentaria? Es evidente que algo se nos ha estado escapando a los españoles que, sin embargo, no era difícil de prever, sólo prestando un poco de atención a lo que estaba ocurriendo en las aulas de los colegios públicos y, en mayor medida e intensidad, en las de las universidades públicas del Estado.