Manual para perder el mundial
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Iván Martín y Ladera. 5 de abril. Parece que ha pasado mucho tiempo desde que el mundial de Fórmula 1 del año pasado, se le escapo al equipo Ferrari en la última curva del último circuito del último Gran Premio. Mientras que en el box Ferrari algunos daban saltos y Stefano Domenicali pensaba que se podía llevar un doblete en su primer año al mando del equipo de Maranello.
La historia no acabó felizmente para los italianos al ver como por un punto, tan sólo uno, un punto precioso que bien se pudo alcanzar en la primera carrera de Australia 2008, donde Felipe Massa se retiró a
causa de una avería en su motor. Hay una ley no escrita en la F1, que indica que los puntos perdidos a lo tonto, se pagan duramente al final de temporada, y son precisamente esas tonterías las que por errores,
por incomprensiones, por errores de cálculo se dejan escapar puntos y oportunidades que son perfectamente asequibles para un equipo competitivo como lo fue Ferrari en el 2008.
Parece ser que nadie en el box del equipo rosso, ha aprendido la dura lección del año pasado, y tras haber arrojado a la basura puntos preciosos y ya en el bolsillo en la primera carrera de 2009, unos por
mérito de los pilotos (Räikkönen reeditando su amor por los muros al más puro estilo 2008) otros por fallos del equipo (rotura en el conjunto suspensión-dirección del coche de Felipe Massa).
Tras el fiasco de Australia,el equipo Italiano, ha acudido a Malasia conocedor de su potencial, y así se ha visto durante las jornadas previas a la sesión de clasificación, tanto que ya se veían protagonistas de la carrera tratando de tu a tu, a los británicos de Brawn Gp y verdaderamente eran capaces, si bien no de batirles, de plantarles cara cronométricamente.
En la primera sesión de clasificación Q1, realmente lo estaban haciendo bien, tanto que de repente pensaron que ya habían hecho el trabajo, situando a mitad de sesión a sus dos monoplazas entre los
cuatro primeros puestos. Los tiempos impresionaban y dejaban una buena sensación puesto que se codeaban con los Brawn GP, pero claro, según mejoraba la pista y el “resto” (esos que para ellos parecía que no contaban ya) empezaban a bajar sus tiempos, los de Maranello decidieron que ya estaban clasificados y dieron órdenes a sus pilotos de bajarse de los coches en espera de la siguiente sesión.
El resultado de tanta prepotencia (admitida por el propio Domenicali posteriormente), fue que gran parte de los equipos mejoraron sus tiempos en los últimos momentos de la clasificación (como ocurre siempre) haciendo bajar en la tabla de tiempos a los pilotos de Ferrari hasta que el brasileño quedó fuera mientras que el finlandés pasó a la Q2 por los pelos, siendo el último de la primera sesión.
La prepotencia se paga y en Formula 1 más, quizás los de Ferrari no quieren sufrir más y prefieren regalar todos los puntos (con rabieta de Felipe Massa incluida). Lo cierto es que los aficionados y los que
sean seguidores del mítico equipo Italiano, han perdido la oportunidad de disfrutar de una carrera donde Ferrari hubiera sido uno de los grandes protagonistas.