Miguel Massanet Bosch. Poco a poco, así como la “tenia saginata” va expeliendo porciones de su inacabable cuerpo segmentado, mezclados entre las heces de su huésped; este serial en el que se ha convertido el famoso “process” del independentismo catalán, va marcando cada día nuevas y más procaces etapas, en su intento desnortado de buscar los medios para llevar a cabo su propósito, descabellado, de separar un pedazo de nuestra nación del resto, con el que lleva unida por su geografía, por su historia y por sus relaciones de más de cinco siglos con el resto de ciudadanos de esta gran nación, a la que, los romanos, decidieron bautizar como Hispania y que ahora, en pleno siglo XXI, todos conocen como España.
Manuel Parra Celaya. El diario La Vanguardia, que sigue actuando de boletín oficioso de los actuales prebostes de la Generalitat y recibe por ello cuantiosas subvenciones, titula hoy, 12 de septiembre, su portada El sí toma las calles de Barcelona; eso de tomar tiene un cierto regusto de acción militar, por cierto, y nos conduce sospechosamente a las figuras jurídicas de la sedición o de la rebelión. En todo caso, el rotativo se hace así eco del baño de masas que pretendían Puigdemont, Junqueras y sus imprescindibles conmilitones de la CUP.
Daniel Ponce Alegre. Diplomado en Seguridad y Defensa - UNED. A lo largo de los últimos años han proliferado, tanto en la prensa de temática general como en las publicaciones especializadas en Estudios Estratégicos, Relaciones Internacionales, y Seguridad y Defensa, las referencias a la llamada, de forma acertada, " Guerra Híbrida ".
Manuel Parra Celaya. Nunca me atrevería a jugar a póker con Mariano Rajoy; ni siquiera al pimpón. Lo primero por la inescrutabilidad de su rostro y lo segundo por la invariabilidad de su postura; así, un servidor sería incapaz, en el caso de los naipes, de saber si tiene escalera de color o se trata de un simple farol, y, en el supuesto de la pelotita y la paleta, por no ser capaz de adivinar si me va a lanzar por el lado derecho, por el izquierdo o por el centro de la mesa y me va responder con un revés o con una imparable picada.
Alberto Buela. Juzgado desde el punto de vista del pensamiento, Philippe Muray (1945-2006) fue un escritor y ensayista francés que, más allá de novelas, obras de teatro y otras yerbas, escribió dos libros liminares que valen la pena de ser leídos: el Imperio del Bien (1991) y Festivus, Festivus (2005). Este último es una serie conversaciones de junio de 2001 a diciembre de 2004.
FRANCISCO: EL PAPA DE LOS JÓVENES Y DE LAS MUJERES Con tanto ruido apocalíptico a nivel mundial, e independentista a nivel nacional, a lo que hay que añadir el ruido de tantos acontecimientos deportivos en los que España figura casi como una potencial mundial en tenis y baloncesto, especialmente, del viaje del Papa Francisco se está hablando y escribiendo poco apenas tiene un rincón en los medios de comunicación modernos y postmodernos.
Rafael Nieto. Una de las cosas más exasperantes del mundo de hoy es que ningún acontecimiento es suficientemente grave como para que pase algo. La manera como se relativiza hasta lo más sagrado, hasta aquello que toca a nuestra propia dignidad como personas, hace de la modernidad, posiblemente, la etapa más oscura y apocalíptica de cuantas ha vivido el hombre.
Luis Losada Pescador Los secesionistas han lanzado un órdago a la grande. Lo han apostado todo. Han desoído incluso al PPdeCat que proponía postergar la votación de la llamada ‘Ley de Transitoriedad’ para rebajar tensión. Juegan al todo o nada. Y será nada. Porque como advirtió el presidente Rajoy, “no hay que despreciar la fuerza de la democracia española (…) sabrá defenderse de los enemigos de la convivencia”. Rajoy dijo más. Dijo que España “no es una ocurrencia de última hora”. Ya era tiempo de que alguien dijera que España no es el fruto del consenso de 1978…
Miguel Massanet Bosch. Algo es evidente: cualquier movimiento de muchedumbres, por mucho que se piense que está controlado, está sujeto a que se produzcan efectos distintos, consecuencias imprevistas o, incluso, secuelas perniciosas difíciles de prever. Es evidente que, en esta ocasión, la festividad cívica de Cataluña del 11 de septiembre, está cargada de un morbo particular. Los dirigentes políticos de la autonomía catalana, atenazados por el cepo que ellos pretendieron preparar para el Estado español y conscientes de que, en su particular reto contra la Constitución española, se han quedado solos, no solamente ante el resto de España que contempla, entre asombrada y cabreada, los movimientos separatistas de una parte del pueblo catalán, sino que, a mayor abundamiento, ante el resto de los países de la UE que se encuentran incómodos, desaconsejan y se han manifestado explícitamente contrarios a este intento de secesión y desobediencia a la constitución del Estado español.
Miguel Massanet Bosch. Los sueños del señor Sánchez que le han hecho decir lo de “una nación de naciones”, no están incluidos en los planes de Puigdemont, Junqueras, Turull y demás miembros del separatismo catalán. El líder el PSOE es hombre de ideas fijas, aunque, en ocasiones, ni el mismo parece tener muy claro el significado de sus mismas palabras. Lleva tiempo aferrado a su obsesión por vender que él tiene la solución al problema catalán que, según él, consiste en modificar la Constitución para convertir España en un estado federal.