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Diario YA


 

Las dos imágenes, la de la alpargata y la de la dignidad del embajador, son un buen reflejo de nuestra sociedad

Sánchez en alpargata; el embajador cesado en su puesto

Luis Losada Pescador. La desidia de Sánchez por la cosa pública, el interés general y el bien común se ha convertido ya en seña de identidad de su gobierno. ¿Que hay una crisis internacional? Seguimos en la hamaca. ¿Qué todos los presidentes de nuestro entorno han comparecido ya? Espero unos días y me hago una foto en alpargatas. Vergüenza. La imagen de Sánchez contrasta con la de nuestro embajador en Kabul, Gabriel Ferrer, un señor. Había sido cesado por Sánchez un día antes de irse el presidente de vacaciones. Aún así, cesado, ha tenido que gestionar la crisis y se ha quedado hasta que el último repatriado ha subido al avión de nuestras Fuerzas Armadas. Dirán que era su obligación. Pero podía haber alegado que estaba cesado. Y en todo caso, el cumplimiento del deber se ha convertido en tal excepción que provoca aplauso. Fíjense en los incumplimientos constantes y reiterados de los deberes presidenciales por parte de Pedro Sánchez.

“Convertid un árbol en leña y arderá para vosotros, pero no producirá flores ni frutos para vuestros hijos.” Rabindranath Tagore

Señor Sánchez, no se gobierna con promesas, sino con hechos

Miguel Massanet Bosch.
Gobernar no es hacer promesas, descalificar a anteriores gobiernos, acusar de todo lo que no resulta bien a la oposición, mentir, engañar, calumniar, atacar sin misericordia a aquellos que prefieren otro tipo de gobierno o cargar contra quienes critican las actuaciones del ejecutivo y acusarlos de ser desleales, antipatriotas, promulgar leyes de censura y procurar distraer la atención de la ciudadanía resucitando dramas del pasado, acusando al franquismo de errores actuales o pretendiendo ocultar la realidad escribiendo una nueva historia adaptada a los intereses de aquellos que la reescriben.

“Los intelectuales resuelven problemas. Los genios los previenen.” Albert Einstein.

El Gobierno sigue hiper endeudándose contratando 30. 445 nuevos funcionarios

Miguel Massanet Bosch. La megalo-burocracia de los grandes países mastodónticos, dirigidos por partidos comunistas, ya se puede considerar como un clásico en la historia de quienes han intentado y conseguido implantar regímenes autoritarios en países muy poblados y que, por tanto, requieren disponer de una policía muy bien organizada, unos servicios de información perfectamente dotados y un número muy elevado de personas que, de alguna manera, vivan a costa del partido o de sus órganos de gobierno encargados del desarrollo económico, de la seguridad, de la enseñanza, de la propaganda, de la defensa y de las relaciones internacionales.

El Tribunal Constitucional declara la inconstitucionalidad del Estado de Alarma de Pedro Sánchez; choque de trenes entre el Ejecutivo y el Judicial

Alarma inconstitucional

Luis Losada Pescador. Varapalo del Tribunal Constitucional al gobierno de Pedro Sánchez: el Estado de Alarma fue inconstitucional porque los derechos fundamentales fueron suspendidos de manera generalizada. Una medida tan drástica habría requerido el Estado de Excepción. Por lo tanto, todas las multas y sanciones impuestas por saltarse el Estado de Alarma son ilegales y por tanto nulas. En un estado normal, que la Justicia le diga al gobierno que su acto de restricción de derechos y libertades fundamentales fue ilegal debería llevar a la dimisión. Pero el ‘cambia-colchones’ sigue durmiendo a pierna suelta, sobre todo desde la salida de Pablo Iglesias. Eso sí, está escocido y ha dado orden de acosar al Alto Tribunal.

Cambia todo para que todo siga igual. Renueva para impulsar, desconociendo -o no- que el problema es él

El ‘gatopardo’ de Sánchez

Luis Losada Pescador. La paradoja del ‘gatopardismo’ expresada por Giuseppe Tomasi di Lampedusa es que es necesario que todo cambie para que todo siga igual. Esa es la estrategia seguida por Sánchez: cambiar todo su gabinete para que todo siga igual. Porque el todo es él. Y el problema es él. ¿En qué consiste el maquillaje? Primero, mantener intactos a los ministros de Podemos. Negociar con Yolanda Díaz un cambio de carteras era un riesgo doble: por una parte, filtración casi segura de esos socios tan ‘leales’... Por otra, abrir una caja de Pandora que hubiera devenido en una segura ‘guerra civil’ una vez que el ‘macho alfa’ se ha cortado la coleta.

¿Lo útil, práctico, lo que mejor convenga o lo de interés para el Gobierno, por encima de la Ley, de la Constitución y del Estado de derecho?

La traición, perfectamente urdida por Sánchez contra España, se consuma

Luego, ¿qué garantía va a tener el actual Gobierno de qué dándoles los indultos, el clima con Cataluña va a mejorar? ¿Quién puede asegurar que, al mes, al medio año o al mismo año que viene, no se vayan a producir otros incidentes, manifestaciones, actos de sabotaje o chantajes y amenazas por parte de los grupos, al frente de los cuales tenemos a señores como Sánchez (el catalán) o Cuixart?

¿Por qué Sánchez se empeña en suicidarse?, ¿está pagando por adelantado la próxima gobernabilidad?

Indultazo

Luis Losada Pescador. El indulto a los golpistas del 1 de octubre ha pasado de ser un run-run a convertirse en el tema político principal. El ministro de Justicia lanza el globo sonda de la “normalización”. Y el presidente ‘cambia-colchones’ entra en tromba a vender que la “venganza” y la “revancha” no son valores constitucionales. Voilá. La decisión está tomada. El Supremo responde airadamente: “no hay atisbo de arrepentimiento” y más bien parece un autoindulto porque los indultados son los socios que garantizan la gobernabilidad del Ejecutivo. Con estos mimbres, el PSOE se parte en dos. Vara advierte que no debería indultarse a quien no quiere ser indultado. Page -más explícito- dice que indultar sería “un grave error” que “condenaría” al PSOE. Guerra lo califica de “acto ilegal” y hasta Elorza afirma que “no hay duda de que volverían a hacerlo”.

El informe demoledor del TS deja al Gobierno desnudo de argumentos para avalar la necesidad del indulto de los 12 condenados por la rebelión del 1º de octubre del 2017

Sánchez está acabando con España y parece que a nadie le importa

Miguel Massanet Bosch. Si uno no conociera a este atrabiliario personaje que ocupa la presidencia del gobierno español, no del soviético o el de Corea del Norte ni tan siquiera la de la Bolivia de Hugo Sánchez o la Venezuela del sátrapa Nicolás Maduro, seguramente consideraría que es imposible que una democracia que supo afrontar, con tanta entereza y sentido común, la transición desde el régimen militar del general Franco hacia lo que, en la Constitución de 1978, quedó reconocido como un régimen monárquico parlamentario, dirigido por la figura del rey Felipe VI en sustitución de su padre, don Juan Carlos I.

Pedro Sánchez prioriza la propaganda frente a la gestión

Imagine 2050

Luis Losada Pescador. El autor del desastre socialista de Murcia y Madrid, Iván Redondo, decidió tapar sus vergüenzas haciéndose un John Lenon. Si no puedes ‘verder’ gestión presente, ‘vende’ esperanza futura. Voilá España 2050. Buenismo a la enésima potencia. El presidente Pedro Sánchez trata de rodearse de toda la ‘biutiful’ que puede para empacar su sueño: una España con más productividad porque aspira a recortar la jornada laboral a 35 horas. Y más ecologista tras prohibir los vuelos cortos. Se le olvidó lo de feminista. Y para los jóvenes, “herencia universal”, que significa que entre todos pagaríamos las irresponsabilidades de nuestros ‘Peter Pan’.

El Tribunal Constitucional afea la afición presidencial por los decretos

Sánchez, el Romanones

Luis Losada Pescador. El gobierno puede legislar por decreto en caso de extraordinaria y urgente necesidad. La pandemia es un ejemplo. El nombramiento de Pablo Iglesias en la comisión de secretos oficiales no lo es. Es lo que ha resuelto el Tribunal Constitucional al recurso presentado por Vox. El Constitucional afea la afición de Sánchez por el decreto sin que exista la “extraordinaria y urgente necesidad”. En 18 meses lleva 89 decretazos. De esta manera burla al Parlamento la capacidad legislativa y se evita el ‘engorro’ del debate, la negociación y el consenso. En definitiva convierte ‘de facto’ nuestro régimen de democracia parlamentaria en un régimen presidencialista. ‘Porque yo lo valgo’....