Desde la trinchera del Aula
Manuel Parra Permítanme que, desde mi Barcelona, me haga eco de una noticia andaluza; primero, porque, como la mayoría de los catalanes, no comulgo en absoluto con el implícito etnicismo de los separatistas; segundo, por plena identificación con el contenido del texto que les resumiré y, tercero, por reconocimiento del valor, casi legionario, del que hace gala la autora del mismo.
INQUIETUD POR EUROPA
Manuel Parra Celaya Del mismo modo que cada mañana podemos despertarnos con el sobresalto de si seguirá existiendo España en su integridad, también lo hacemos ahora con la inquietud de si seguiremos siendo ciudadanos de Europa o la historia, una vez más, habrá dado una vuelta atrás, respondiendo al eón de Babel y despreciando el eón de Roma. En efecto, el nuevo Presidente de los E.E.U.U. elogia el brexit de sus primos británicos, augura con complacencia nuevas deserciones de la Unión Europea y menosprecia a la OTAN, precisamente cuando más falta hace una defensa global de nuestra civilización frente a la barbarie; no extrañan sus declaraciones desde su posición: constituye una estrategia, desde que el mundo es mundo, de cualquier imperio pretender la ausencia de otros competidores en el mapa terráqueo, o bien aliarse con otros más lejanos y dispares, siempre procurando a la larga el predominio del propio.
ESAS FOTOS PEQUEÑAS…
Manuel Parra Celaya. Un escaparate de mi barrio barcelonés está decorado, artísticamente, con un vetusto proyector de Súper 8 y unas tiras de película de celuloide que ornan los objetos expuestos a la venta. Me detengo a contemplar el conjunto y, a mi lado, una pareja de veinteañeros hace lo propio; él se agacha para ver con detalle y, sorprendido, le dice a su acompañante: “¡Anda, cuántas fotos pequeñas…!”
Sobrenadando en lo superficial
Manuel Parra Celaya. Halloween ha venido para quedarse, y créanme que lo siento. Del mismo modo que se han quedado y no ostentan trazas de desaparecer los kebabs, las pizzerías a domicilio, las Grandes Superficies, los móviles inteligentes, las carreras urbanas multitudinarias y la tele-basura, salvando las distintas entre los elementos de esta retahíla.
La "baja intensidad" que no cesa
Manuel Parra Celaya. No nos sorprendió la dura noticia de que casi medio centenar de abertzales había atacado y propinado una paliza a dos guardias civiles francos de servicio y a dos chicas que les acompañaban en un bar de Alsasua; en todo caso, me llamó la atención que el suceso saltara a los periódicos y a las televisiones, cuando suele imponerse en estos casos la cautela informativa para no alarmar al personal.
La quema de banderas de España y de Francia y de retratos del Rey como una muestra de sentimientos
Manuel Parra Celaya. Alguien –de cuyo nombre no pienso acordarme- ha justificado la quema de banderas de España y de Francia y de retratos del Rey como una muestra de sentimientos exasperados que, en todo caso, deben ser respetados. Porque, si ustedes no lo sabían, eso ocurrió durante la celebración de la Diada el 11 de septiembre en Cataluña, en concreto en la manifestación de la C.U.P., ese partido antisistema que va del bracete de los ex convergentes y de los republicanos de E.R.C. en el Parlament. Entretanto, el Sr. Puigdemont –celoso a su vez por la sombra de la señora Colau- seguía proclamando, en otra manifestación, su procés hacia la independencia, eso sí, en tono más comedido que sus radicales aliados.
Barcelona: Lo que va de ayer a hoy
Manuel Parra Celaya. Hace pocos días, las páginas de Diario Ya se hacían eco de la política del Ayuntamiento de Barcelona tendente a convertir a los ciudadanos en soplones de oficio a través de delaciones sobre sus vecinos; pues bien, ahora parece que la recluta de confidentes va a llevarse a cabo a través de la red del llamado entramado social, que suele nacer por impulso oficial y mantenerse mediante generosas subvenciones. Vean el caso.
El OUT, un paso atrás en la historia
Manuel Parra Celaya. Todos sabemos que una constante británica ha sido impedir que ninguna nación del Continente –ese que quedaba aislado cuando se imponía la niebla en el Canal de la Mancha- alzara la cabeza un palmo por encima de su Imperio; eso ha venido ocurriendo desde antiguo, y España, Francia y Alemania pueden dar, sucesivamente, fe de ello. Pero también se han venido dando otras constantes, igualmente lamentables, entre europeos continentales, como la manía de franceses y alemanes de zurrarse periódicamente, y esas han sido felizmente superadas.
WELLCOME, TOURIST!
Manuel Parra Celaya. En esta surrealista Barcelona, antaño puerta de entrada de Europa en España, todo es posible, incluso, como saben ustedes, chantajear al Ayuntamiento para que utilice los dineros de los contribuyentes para solaz de los supuestos antisistema -paz callejera a cambio de euros- , a modo de versión actualizada de aquella protección que los gánsteres ofrecían a los comerciantes.
Mi Señor Don Miguel
Manuel Parra Celaya. Mucho me temo que la mayor parte de nuestros compatriotas va a salir de este IV Centenario de la muerte de D. Miguel de Cervantes del mismo modo que entró: desconcertada, aburrida, abúlica o preocupada por la titubeante gobernabilidad de España, angustiada por las patentes de corso concedidas a los separatismos día a día o amedrentada por lo que se nos puede venir encima; o sea, que de la efemérides nada de nada… De nuevo siento sana envidia hacia los ingleses, tan suyos ellos, sean o no euroescépticos, porque siguen celebrando como un solo pueblo a don Guillermo Shakespeare.