Manuel Parra Celaya. La semana pasada centraba mi artículo en la escenificación del número de los verificadores, que probó una vez más que el PNV sigue recogiendo las nueces. Reconozco que quizás me excedí en mi opinión sobre esos personajes, pero es que uno está muy quemado en todo lo que afecta al separatismo, sea en forma terrorista y violenta, sea de guante blanco, traje y corbata de seda, sea de sacristía.